La prótesis de rodilla es la mejor alternativa para mejorar la calidad de vida en quienes sufren de intenso dolor y tienen problemas de movilidad.
La artrosis de rodilla es una de las patologías de mayor prevalencia y que más repercute en el bienestar de los adultos mayores de 50 años. Se les dificulta: subir o bajar escaleras, caminar o practicar algún deporte.
A mayor edad
los síntomas son más intensos;
dolor, crujidos e inflamación en la rodilla. Debido a esto, pierden la capacidad -en distintos grados- de desplazarse libremente.
En promedio, a los 65 años es cuando aumentan las cirugías de
prótesis de rodilla. En el caso de los jóvenes, quienes practican deportes de alto impacto y con rebote tienen un mayor daño en sus articulaciones, ellos también son candidatos para un reemplazo articular por desgaste de los cartílagos articulares o por artrosis.
¿Qué es la artrosis?
La
artrosis es una enfermedad provocada por cambios en la estructura de los cartílagos, en la cual se pierden sus componentes básicos y esto lleva a la
deshidratación y adelgazamiento del cartílago articular. Puede afectar a todas las articulaciones, aunque es más común en
manos,
columna,
cadera,
rodilla y
tobillo.
Es una enfermedad de causa desconocida, asociada a factores genéticos. Hay otras causas menos frecuentes que se llaman
artrosis secundarias, donde hay un origen común de base: el
sobrepeso, un
trauma previo, enfermedades metabólicas o reumatismo, como la
artritis.
En el caso de
artrosis de rodilla, esta articulación forma parte del sistema mecánico de carga del peso corporal y, por esta razón, está más expuesta al
desgaste de cartílago.
El cartílago es una capa de tejido, más blando que el hueso, que recubre la superficie de las articulaciones. Con el tiempo, al desgastarse se produce la deformación de los extremos óseos, llevando al sobrecrecimiento del hueso y formación de osteofitos (los llamados “picos de loro”), protuberancias oseas que hacen que las articulaciones rocen,
produciendo dolor, hinchazón y pérdida de la movilidad.
Síntomas
“Las
dificultades para ponerse calcetines o zapatos,
sentarse en muebles bajos,
dolor de rodilla al subir escaleras o pendientes están entre las
quejas más frecuentes de la artrosis inicial. También suelen presentar
molestias durante la noche, en reposo, cuando se mueven durante el sueño”, dice
el traumatólogo de Clínica Las Condes, Mauricio Wainer, experto en cadera y rodilla.
Ante cualquier dolor que tiende a repetirse, aunque no sea constante, es recomendable una evaluación, porque cuando es permanente y más intenso puede ser tarde para soluciones.
Exámenes y diagnóstico
Para el
diagnóstico de artrosis de rodilla, el examen clínico o evaluación realizada por los especialistas en rodilla es fundamental. Dependiendo de éste, los exámenes son complementarios y van desde una simple
radiografía a una
resonancia magnética con medio de contraste.
“El diagnóstico implica tratamientos determinados, que dependen de la etapa en que esté la artrosis.
Si es inicial, podrá tener un manejo médico conservador. Sin embargo, si los pacientes tienen un grado importante de
destrucción articular, con invalidez de grado variable por dolor y deformidad, lo recomendable es la cirugía, para mejorar su calidad de vida”, señalan los traumatólogos de Clínica Las Condes.
Tratamiento
Antes de la cirugía de prótesis de rodilla, existen diversas alternativas de tratamiento médico. Sin embargo, la artrosis es una enfermedad crónica progresiva, que no tiene cura con medicamentos y es irreversible.
Medidas conservadoras:
Previo a la prótesis, los tratamientos para la
artrosis moderada son los siguientes:
- Antiinflamatorios
Estos medicamentos ayudan a aliviar el dolor de rodilla y disminuye la inflamación asociada con la artrosis.
- Glucosamina y Condroitín Sulfato
Son medicamentos que actúan intentando regenerar el cartílago desgastado por la artrosis
- Plantillas
Se recomienda el uso de plantillas amortiguadoras de gel de silicona
- Ortesis
Se trata de una rodillera especial que está indicada cuando la rodilla está desviada, ya sea rodillas muy juntas o arqueadas.
El tratamiento que más se acomoda varía caso a caso, por lo cual es recomendable consultar al especialista.
- Control de peso
El sobrepeso y la obesidad agravan los síntomas de la artrosis. Es por esto, que es aconsejable visitar a un especialista, nutricionista o nutriólogo, quienes evaluarán el estado del paciente para indicarle una dieta balanceada y lograr su peso ideal.
- Kinesioterapia
Los ejercicios que se recomiendan son de flexibilidad de bajo o ningún impacto, que mejoren el tono muscular y la movilidad de la articulación; realizarlo tres veces por semana y con supervisión de profesionales, puede mejorar la calidad de vida de una persona al aumentar sus capacidades. Las actividades en el agua incrementan, también, la capacidad cardiovascular. Mejorar la calidad de vida es la mejor manera de retardar las necesidades de una prótesis.
- Cirugía biológica
Cuando el daño no es extenso y los pacientes son más jóvenes. La cirugía biológica se utiliza en zonas que han perdido cartílago con estímulos mecánicos y biológicos, como el ácido hialurónico, el concentrado plaquetario y las células madres.
“La cirugía biológica, en general está pensada para una sola oportunidad. Trata de restaurar la función de la rodilla para actividades más vigorosas. Es para lesiones menos graves focales y pacientes más jóvenes”, explica en traumatólogo y cirujano de Clínica Las Condes, Jaime Duboy.
Cirugía
Una vez que los daños en la rodilla son más avanzados y difusos, sobre todo en pacientes mayores, se indica como tratamiento la
cirugía.
La
artroplastia o
cirugía protésica está orientada tanto a calmar el dolor como a devolver la movilidad articular del paciente y la actividad muscular. Así, las prótesis se indican cuando la enfermedad desencadenante ha sido lo suficientemente agresiva, cuando existe un gran dolor o una alteración de la función de esta articulación.
Una prótesis es una pieza artificial diseñada con el objeto de sustituir una articulación natural que está dañada y que no puede ser reparada.
En este procedimiento se reemplaza todo el cartílago dañado por una superficie nueva artificial. “Estas superficies nuevas, son habitualmente, combinación de metales nobles y plásticos de alta resistencia. Hay de distintos tipos de cirugías: unicompartimentales (prótesis parciales) y prótesis totales”, explica el Dr. Jaime Duboy.
Recuperación
“La cirugía protésica es para daños más avanzados y difusos en pacientes mayores. Es una cirugía mayor, por lo que la estadía de hospitalización es de entre tres a cinco días, pero los pacientes se van a la casa autovalentes, caminando con ayuda de un bastón y analgesia oral”, señala el dr. Jaime Duboy.
La recuperación de la cirugía de prótesis de rodilla es lenta y dolorosa y, en la mayoría de los pacientes, se demora alrededor de dos meses, mejorando hasta un año después de la cirugía.
En tanto,
la cirugía de prótesis unicompartimental o parcial tiene la ventaja de ser una intervención menos invasiva y con una recuperación funcional mucho más rápida, que la total.
La cirugía protésica de rodilla está avalada como uno de los procedimientos médicos de mayor beneficio en la recuperación de la calidad de vida de los pacientes. Aunque el procedimiento es considerado de alta complejidad técnica con hospitalización de varios días, los resultados de Clínica Las Condes cumplen satisfactoriamente con los estándares internaciones.