Largos períodos sentados pueden provocar trombosis venosa profunda.
Este año una aerolínea local lanzó su vuelo más largo, 15 horas sin escalas entre Santiago y Melbourne, Australia, uno de los más largos del mundo. No obstante, exponerse a periodos muy prolongados sentados en la misma posición tiene consecuencias en la salud. De hecho, más de 6 horas de vuelo o sentados en un bus ya se considera un riesgo para sufrir el llamado
síndrome de la clase turista, la producción de coágulos de sangre en las venas de las piernas.
El doctor
Guillermo Acuña, especialista del Centro de Medicina del Viajero de Clínica Las Condes, señala que más de seis horas de viaje aumentan la probabilidad de sufrir
trombosis venosa profunda, al concentrarse la sangre, pues se produce la pérdida de líquido. “Tiene una tendencia a formar trombos o coágulos, eso especialmente en personas con problemas venosos en las piernas o personas recientemente operadas”, explica.
El riesgo también se eleva en
embarazadas, personas con obesidad, personas con várices, fumadores, enfermos cardiacos o de cáncer y personas mayores de 65 años, además de quienes consuman medicamentos -como anticonceptivos- o pacientes que ya tuvieron una trombosis.
Los síntomas de la
trombosis venosa profunda, en general, son la hinchazón, dolor, calor y enrojecimiento en las piernas o la pelvis, donde es común que se produzca. Si una parte o todo el coágulo de sangre en la vena se desprende desde donde se formó, puede viajar a través del sistema venoso, y de alojarse en el pulmón, puede provocar tromboembolismo pulmonar (TEP).
Ante viajes largos, el doctor Acuña recomienda
hidratarse bien y no llevar prendas ajustadas. Se recomienda también usar
medias elásticas de compresión graduada, pararse del asiento y caminar al menos cada 2 horas, realizar ejercicios de extensión y flexión de las piernas, y mover pies, tobillos y dedos, durante el viaje.