Lo principal es querer dejar de hacerlo, pero también hay que tener una estrategia detrás. ¿Qué ayuda?
No hay un remedio mágico cuando se trata de dejar de fumar. Se trata de una adicción que, como tal, provoca abstinencia al intentar dejarla, por lo que no resulta nada fácil y muchos se rinden al poco tiempo. Querer dejar de fumar es clave para hacerlo, pero hay ciertos tips que pueden ayudar a no flaquear.
Relajación: El doctor
Daniel Seijas, psiquiatra de Clínica Las Condes y parte del programa
No Fumo Más, explica que hacer cambios de rutina que impliquen relajarse ayuda, así como hacer deporte, no en exceso, pero que signifique un aumento de energía.
Meditación: Está comprobado que la meditación es efectiva. Meditar sirve para reforzar la capacidad de autocontrol afectada por la adicción.
Hipnosis: Hay personas a las que les ha servido, dice el doctor Seijas, “pero la investigación no muestra más efectividad que el placebo”, agrega.
Medicamentos: El
tratamiento médico baja las ganas de fumar, los síntomas, el apetito, las ansias e inquietud. Debe ser complementado con acompañamiento en un programa para dejar de fumar.
Poner un día para dejar de fumar: No sirve dejarlo de a poco. Decir me fumaré uno al día, porque habrá días en que será más y la adicción no se irá, aunque fume uno a la semana. “Cuando lo hacen se dan cuenta de que no es tan terrible”, asegura el especialista.
Chicle de nicotina: Es eficaz para dejar de fumar, dice el doctor
Rodrigo Gil, broncopulmonar de Clínica Las Condes, pero sin supervisión no va a funcionar. “Si el paciente va y se consigue un antibiótico porque tiene bronquitis, lo más probable es que le ayude independiente de si se lo dio un médico, pero dejar de fumar con apoyo logístico de un médico es muy importante”, indica.
Compañía: El estímulo de un hijo o de un nieto es uno de los mejores que existe para dejar de fumar, aseguran los doctores. “La familia no puede hacer mucho más que estimularlo y recomendarle que vaya donde exista un grupo de médicos organizados alrededor de un programa para que lo ayuden. No es fácil. Pero cuando uno está
apoyado es mucho más el éxito que si deja de fumar solo”, dice el doctor Gil.
Identificar el problema de base: Si cuando tienes pena, estás estresado o ansioso comienzas a fumar, puede que tu problema no sea sólo la adicción al cigarro, sino un trastorno que debes tratar para poder dejar el tabaco. Sin ello, cada intento de hacerlo puede terminar en fracaso.
“Si el paciente tiene
depresión, no hay evidencia de que no pueda dejar de fumar, pero tiene que estar en manos médicas y probablemente psiquiátricas. Nuestra experiencia es muy buena, los pacientes bajan ansiedad y episodios de depresión”, asegura el doctor Seijas.
Por eso, es mejor identificar si existe un problema de base y trabajar en solucionarlo. Se puede dejar el cigarrillo, y a cualquier edad. “Lo ideal es
dejarlo lo más temprano posible, pero no significa que no pueda hacerlo después. Al dejar de fumar paran los daños”, sostienen los especialistas del programa.