Mi Mujer tiene Cáncer de Mama

Pese a que no son los protagonistas principales en esta enfermedad, los maridos de las pacientes con cáncer merecen especial atención. En CLC todos los meses se realizan charlas especialmente dedicadas a ellos, donde pueden encontrar un espacio de apoyo, contención y empatía.


Pese a que no son los protagonistas principales en esta enfermedad, los maridos de las pacientes con cáncer merecen especial atención. En CLC todos los meses se realizan charlas especialmente dedicadas a ellos, donde pueden encontrar un espacio de apoyo, contención y empatía.

¿Qué le digo? ¿Cómo debo actuar? ¿Será posible que podamos retomar alguna vez nuestra vida sexual?, son algunas de las interrogantes que los maridos de las pacientes con cáncer de mama suelen hacerse.

Es que pese a no ser los protagonistas principales en esta enfermedad, sí es de vital importancia brindarles especial atención, ya que más allá del impacto en la vida diaria que el cáncer genera en términos prácticos –la mayor parte de las veces, los hombres deben comenzar a suplir a sus señoras en diversas funciones cotidianas–, lo cierto es que es necesario advertir que ellos también viven un proceso de duelo.

“Los hombres habitualmente sienten que pueden arreglarlo todo, por lo que circunstancias como estas, donde el tema escapa de sus posibilidades, genera en ellos una sensación de pérdida sobre todo de control, lo que trae consigo un duelo caracterizado por rabia, pena, angustia y mucha incertidumbre. En este sentido, en CLC a partir de este año iniciamos nuestros talleres especialmente pensados en ellos, donde se genera un espacio de contención, expresión emocional y retroalimentación con otros hombres que están viviendo la misma situación. La idea es que se formen redes de apoyo, donde cada uno pueda decir lo que verdaderamente está sintiendo”, explica Verónica Robert, psicooncóloga de CLC.

Según explica la profesional, la idea de estos talleres es ir guiando y potenciando a los asistentes, tanto en lo práctico como en lo más emocional. Es decir, entender por una parte lo que pasa a su mujer, pero también lo que pasa con ellos: sus temores e inseguridades. “Al contrario de lo que ocurre con las mujeres, los hombres generalmente no demuestran sus sentimientos. Pero si se dan cuenta que otras personas están viviendo lo mismo que ellos, es más fácil que se abran”, agrega Robert.

No Echarle la culpa al Cáncer

Pero, ¿cuál es el impacto que tiene en la vida de pareja el cáncer de mama? A juicio de la profesional, es importante que tanto el hombre como la mujer tengan en cuenta que la forma en que se viva el diagnóstico, tratamiento y la vida después del tratamiento va a depender en gran medida de su historia y dinámica como pareja.

"De acuerdo a la historia que tengan de cómo han podido sobrellevar conflictos anteriores y a su propia dinámica de pareja y por supuesto la etapa del ciclo vital por el que estén pasando, va a ser como enfrenten el cáncer. Algunas veces se trata de matrimonios que arrastran problemas desde hace años y que el cáncer solo viene a gatillar un efecto adverso. En otras oportunidades lo que se produce en realidad es una instancia de apoyo y unión, incluso en parejas que llevan años separadas. Cada pareja es un contexto único y la respuesta que surja en torno a esta enfermedad va a depender de numerosos factores. Incluso la edad de los hijos puede influir en la manera en que se afronta, ya que, mientras más pequeños, tiende a producir mayores dosis de temor y angustia".

De todas formas, la psicóloga es enfática en advertir que las parejas deben ser honestas, evitando echarle la culpa al cáncer de todo lo que comiencen a vivir de ahora en adelante. Es el caso, por ejemplo, de quienes creen que los problemas en la intimidad se deben únicamente al diagnóstico de la enfermedad, cuando previo a este tampoco se tenía una vida sexual plena. Por esta razón hay que ver la enfermedad como una oportunidad de arreglar ese tipo de dificultades de pareja y otras que pudieran aparecer en el camino.

Fomentar la Comunicación

Acompañar cuando es posible a los tratamientos, salir después a almorzar o ir en la tarde a tomarse algo y tener un momento solos, son algunas instancias que favorecen una adecuada comunicación entre las parejas, donde cada quien puede expresar lo que siente, sus temores y aprensiones. "La única forma en que uno pueda saber lo que le pasa al otro es que conversen, que tengan momentos solos para comunicarse", destaca la psicooncóloga.

Mención aparte merece la importancia de no abandonar nunca el humor. "Los hombres tienen una gran habilidad para hacer más lúdicas algunas situaciones, por ejemplo, cuando los niños ven a la mamá que se le ha caído el pelo. Si bien para ellos esto puede ser muy impactante, la creatividad de los papás puede ser fundamental para hacer de esto algo menos traumático".

En Familia

Según explica la psicooncóloga Verónica Robert, es importante abordar la enfermedad en familia, hablando con los niños y enfrentando las cosas por su nombre. "No hay que tenerle miedo a nombrar la palabra cáncer, decir a los niños que la mamá se hace quimioterapia o radioterapia, y llevarlos a conocer el lugar donde se le va a realizar el tratamiento, para que a ellos les parezca algo más cercano y no tan desconocido, y puedan hacer una composición de lugar cuando no estén con ella".

Por otra parte, destaca el rol del marido en todo este proceso. "Si bien me he encontrado con casos aislados de hombres que se alejan frente a este diagnóstico, la mayoría de las veces he visto hombres generosos, amorosos con sus mujeres, preocupados de hacer los mejor por ellas, regalonearlas, quererlas y contenerlas poniendo el aspecto lúdico y práctico, siempre y cuando la mujer lo permita y no tienda un vez más a postergarse. Es importante que nosotras las mujeres nos dejemos querer".

¿Qué puede sentir usted? (como marido)

Algunos de los sentimientos más habituales de las parejas de las pacientes con cáncer de mama son:

  • Terror/miedo
  • Rabia
  • Pena/tristeza
  • Negación
  • Ansiedad
  • Incertidumbre acerca del futuro y la posible pérdida de su ser querido
  • Sentimiento de temor respecto a su propia mortalidad
  • Culpa
  • Preocupación
  • Trastornos alimenticios y del sueño
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