La falta de sueño también se vincula con un riesgo más alto de infecciones, de acuerdo a recientes investigaciones.
Dormir bien de noche podría mantener los resfríos y otras infecciones controladas, según un estudio de la U. de California, en San Francisco.
Hacerlo cinco o menos horas por noche puede aumentar en 28% las posibilidades de contraer un resfrío, por ejemplo, que quienes duermen con más regularidad.
De acuerdo al estudio, en cuanto a otras infecciones (como la gripe, infecciones de oído y neumonía), quienes duermen poco tenían más de un 80% más probabilidades de tenerlas, en comparación con los lo hacían siete u ocho horas.
Los investigadores encontraron también,
que las personas que sufren de trastornos del sueño o a los que en algún momento tuvieron problemas del sueño presentaban un aumento de alrededor del 30% en las probabilidades de haber tenido un resfriado en el mes anterior. Mientras, las probabilidades de infección en el mes anterior entre las personas con trastornos del sueño se multiplicaron por más de dos.
Los expertos no pueden afirmar con certeza por qué la falta de sueño ayuda a aumentar la susceptibilidad a las infecciones. Pero, según Aric Prather, uno de los investigadores, se sabe que
las células T, un tipo de glóbulo blanco que combate las infecciones, no funcionan igual de bien cuando una persona está privada de sueño.