El Poder Antiinflamatorio de las frutas de verano
12 de febrero, 2024
·Adultos
Durante el verano, la naturaleza nos brinda un regalo refrescante y lleno de beneficios para la salud: las frutas de verano. Más allá de su delicioso sabor, frutas, como las frutillas, moras, frambuesas, maqui y cerezas, destacan por sus propiedades antiinflamatorias, convirtiéndolas en aliadas fundamentales para mantener el equilibrio del cuerpo y prevenir el estrés oxidativo.
Desde el Departamento de Nutrición de Clínica Las Condes explican que todas las frutas y verduras tienen sustancias beneficiosas para mantener nuestro cuerpo en equilibrio y evitar así el estrés oxidativo e inflamación que produce deterioro tanto celular como del sistema inmune. “Estas sustancias son fitoquímicos con probado efecto antiinflamatorio. Respecto a las frutas de verano, las frutillas, moras, frambuesas, maqui, cerezas, son las que presentan más compuestos fenólicos presentes en sus pigmentos principalmente oscuros y coloridos, siendo éstas ricas en sustancias bioactivas”, señalan los expertos.
Asimismo, los especialistas manifiestan que “las sustancias antiinflamatorias se encuentran principalmente en la parte colorida de la fruta, estando por lo tanto más presente en la cáscara o piel que en la pulpa. Para incorporarlo en forma efectiva debemos evitar someterlas a cocción y preferirlas con piel. Algunas sustancias presentes en aguas de hierba podrían inhibir su absorción, por lo que se sugiere alejarse del consumo de ellas”.
Existen múltiples estudios en los que se han logrado identificar los antioxidantes de las frutas y cuál es su acción precisa en los procesos inflamatorios. La mayoría de ellos son la reducción de mediadores proinflamatorios y la capacidad de reducir la acción de los “radicales libres” conocidos por su efecto sobre el deterioro celular.
Recomendaciones de los especialistas
Desde el Departamento de Nutrición de Clínica Las Condes mencionan que, en lo práctico, “lo ideal es incluir 2 a 3 porciones diarias de frutas naturales, (bien lavadas para mantener su inocuidad y eliminar otros compuestos), ojalá frescas en colaciones o como parte de las comidas principales, siendo nuestros postres o parte de ensaladas o como jugos. Para pacientes diabéticos, insulino resistentes, con triglicéridos altos o con exceso de peso estas indicaciones pueden variar de acuerdo con su condición y debe consultar a su equipo médico-nutricional para planificar su dieta”.