Conoce los efectos secundarios de la administración de este fármaco y las alternativas que favorezcan el buen dormir de los niños.
Los
trastornos del sueño se han incrementado en los últimos años. Los
efectos de la pandemia y el
abuso de aparatos tecnológicos, además de malos hábitos asociados a la
ansiedad y el encierro, han dificultado el proceso y han tenido un doble impacto sobre el buen dormir de los niños.
Lo descrito no es nada nuevo, salvo por el hecho de que la
melatonina se ha puesto de moda, reportándose ya en Estados Unidos casos de
sobredosificación, incluso con hospitalizaciones en unidades intensivas.
“Como todo fármaco, la
melatonina tiene sus riesgos y efectos secundarios. Por lo mismo, su ingesta debe estar bien regulada y bajo
supervisión médica, más aún si se lo estamos dando a un grupo etario como son los niños, en el que las dosis de los medicamentos deben siempre adecuarse al peso”, explica el
doctor Francisco Marino pediatra urgenciólogo y jefe técnico de Urgencia Pediátrica CLC.
¿Qué hacer entonces si mi hijo sufre de insomnio o no logra un sueño reparador?
El insomnio es un motivo frecuente de consulta pediátrica y afecta al 30% de los niños entre los 6 meses y los 5 años. Aunque generalmente no existe una causa médica que lo justifique, la
falta de sueño tiene un fuerte impacto en la vida. La duración del sueño nocturno varía en función de la edad, estado de salud y estado emocional, entre otros factores. Hay que saber que cada niño es único y cuenta con sus propias necesidades de sueño.
Entendamos que el insomnio es la dificultad mantenida para iniciar o mantener el sueño o una mala calidad del mismo. Son
señales de alerta cuando
existe resistencia del menor a irse a la cama y dormir, cuando el periodo de tiempo en que se acuesta y duerme es
excesivo o cuando existen
pesadillas frecuentes o
terrores nocturnos. Otro signo de alarma es
despertarse frecuentemente en la noche.
Por lo general, los
trastornos del sueño se deben a malos hábitos o procesos de maduración cerebral fisiológicos y no tienen causa médica. Por eso,
el mejor remedio es la anticipación y mantención de rutinas y hábitos que favorezcan el buen dormir. “Debemos educar progresivamente a los niños a que aprendan a dormir solos en su cuna o cama. Si se despiertan en la noche, en lo posible no hay que alimentarlos para que vuelvan a dormir ni pasearlos para hacer de esto una rutina.
Muy pocas veces la melatonina es una alternativa y deberá ser evaluada caso a caso por un neurólogo infantil. No sirve para todos los niños y tampoco para todos los trastornos”, explica el
doctor Marino.
Abuso de la melatonina y sus consecuencias
La
melatonina es una hormona que juega un papel importante en el sueño. Su producción y liberación en el cerebro está relacionada con la hora del día, es decir, aumenta cuando está oscuro y disminuye cuando hay luz. Como suplemento, generalmente está disponible en tableta o cápsula oral. El problema es que como se vende sin receta médica muchos padres lo compran sin limitaciones y con la falsa idea de que será una ayuda natural inocua para que sus hijos logren dormir bien. “Una
sobredosis de melatonina podría hacerlos sentir aturdidos y adormecidos durante el día y
causarles pesadillas o sueños extremadamente vívidos por la noche. También podrían experimentar
náuseas. Por eso es tan importante insistir en
cambiar los estilos de vida, partiendo desde lo más básico como establecer y mantener un horario adecuado para dormir y despertar, asegurando una cantidad adecuada de horas de sueño”, dice la
doctora Ximena Varela, neuróloga infantil CLC.
“Tampoco hay que alarmarse por un par de pastillas, pero se debe recordar que por más natural que sea,
la melatonina no deja de tener riesgos. Podría ser una alternativa puntual, y bajo prescripción médica, para ayudar a corto plazo a algunos niños a descansar. Pero no puede asumirse como una solución permanente a
trastornos del sueño", agrega la especialista.
Señales de sobredosis por melatonina
- Náuseas.
- Dolores de cabeza.
- Diarrea.
- Irritabilidad.
- Dolor en las articulaciones.
- En casos extremos puede afectar el sistema cardiovascular y nervioso central.
Los efectos de una mala noche en los niños
- Mayor riesgo de obesidad y diabetes.
- Trastornos de aprendizaje.
- Bajo rendimiento académico.
- Problemas con sistema inmunológico.
- Problemas digestivos.
- Trastornos del ánimo.
Consejos para un buen dormir
- Propiciar un ambiente tranquilo y oscuro, con temperatura agradable.
- Mantener horarios regulares de sueño.
- Evitar la estimulación cerca de la hora de dormir.
- Evitar la televisión y celulares.
- No acostarse con hambre o exceso de líquidos.
- Enseñar a que se duerma solo.
- No hacer dormir a los niños en brazos.