Cómo diferenciar un ataque de pánico de un ataque cardiaco
03 de agosto, 2021
·Tratamiento y Recuperación
Un ataque cardiaco y un ataque de pánico comparten algunos síntomas, por lo que puede ser confundido en este último tipo de episodios, cuando el paciente experimenta pánico y la sensación de que va a morir.
El dolor de pecho, el corazón acelerado, la falta de aliento y la sudoración pueden ocurrir en ambos, pero solo un ataque cardiaco podría resultar letal y hay aspectos claves que tomar en cuenta para diferenciarlos, señala el doctor
Carlos Caorsi, cardiólogo de Clínica Las Condes.
“Las crisis de pánico pueden ser confundidas con angina, que es el dolor que se produce en los infartos y que se caracteriza por una sensación de presión al medio del pecho y que se puede irradiar al brazo izquierdo y cuello”, explica. ¿Cómo diferenciarlos?
- Si se acompaña de falta de aire y sensación de angustia lo más probable es que se trate de una crisis de pánico.
- Si se percibe una sensación de hormigueo en las manos también es un elemento que orienta hacia las crisis de pánico.
- Si la molestia opresiva aumenta al caminar o hacer mínimos esfuerzos es muy posible que se trate de un infarto.
“En todo caso, si no se tiene claridad de los síntomas se recomienda mejor consultar”, indica el especialista. Como los síntomas de los ataques de pánico pueden ser similares a los del ataque cardíaco, es importante estar seguro de qué está causándolos, y solo un profesional de la salud puede confirmar si se trata de un ataque cardiaco o un ataque de pánico.
Un ataque cardiaco ocurre cuando un bloqueo en una arteria restringe el flujo de sangre al corazón. Sus síntomas continúan hasta que la persona recibe tratamiento médico, mientras en un ataque de pánico los síntomas podrían durar alrededor de 20 minutos y luego desaparecer.
A pesar de que los ataques de pánico en sí mismos no ponen en riesgo la vida de una persona, sí pueden provocar mucho miedo y afectar significativamente la calidad de vida. Son difíciles de controlar por cuenta propia y pueden empeorar si no se tratan, por lo que se recomienda consultar a un especialista.