Ejercicio, el mejor aliado tras sufrir un infarto
26 de septiembre, 2018
·Adultos
Hay pacientes que comienzan un entrenamiento físico incluso el día después de un infarto.
Hasta hace poco se creía que tras un infarto, lo mejor que podía hacer un paciente era permanecer en cama, pero la realidad hoy es completamente opuesta. "Hasta hace unos años se pensaba así, pero eso cambió totalmente a medida que aparecieron estudios clínicos que demostraron el beneficio del ejercicio postinfarto", explica el doctor Juan Carlos Venegas, cardiólogo jefe de la Unidad de Cuidados Coronarios de Clínica Las Condes.
Incluso el día después de sufrir un infarto, hay pacientes que pueden iniciar un entrenamiento físico, siempre bajo supervisión y a través de un programa de rehabilitación cardiovascular que involucra levantamiento de objetos livianos, caminata y ejercicios de estiramiento y equilibrio.
De acuerdo al especialista, el ejercicio ha demostrado mejorar la calidad de vida de estos pacientes y disminuir el riesgo de otro evento cardíaco.
"Se ha visto que mejora el metabolismo del azúcar y de las grasas, una vía para evitar un segundo infarto y además controla las presiones arteriales y el peso, o sea, devuelve la salud cardiovascular", sostiene.
Es importante consultar a su médico para determinar cuánto ejercicio hacer y cuándo, pues depende de la gravedad de cada caso. Así, quienes sienten presión continua en el pecho y dificultad para respirar en reposo, por ejemplo, deben practicarlo sólo bajo estricta supervisión. Pero quienes se sienten bien pueden partir tras un par de semanas después del infarto con caminatas de diez minutos e ir incrementando el ritmo según la capacidad. Andar en bicicleta y hacer natación también son recomendables.
"No hay que quedarse en cama, porque hemos visto que mientras más precoz sea el ejercicio, mayor es la ganancia. Las primeras dos semanas, pueden parar la actividad cuando sientan cansancio, para mayor seguridad", enfatiza.