¿Cuáles son los factores de riesgo que debemos prevenir y cómo estar atentos a los signos de que algo anda mal? Conoce qué hacer.
Cuando se habla de los factores de prevención de riesgo en enfermedades cardiovasculares, es común oír mencionar la alimentación saludable y la práctica regular de actividad física. Y pese a que muchas veces conocemos de sobra estas recomendaciones, es habitual también que las dejemos pasar, sin tomar conciencia de que la salud del corazón es algo por lo cual debemos empezar a preocuparnos hoy, sin esperar a que éste “nos avise”... porque entonces ya puede ser demasiado tarde.
Pero, ¿qué es en realidad una alimentación saludable?, ¿por qué es tan importante hacer ejercicio? A juicio del doctor Sergio Bernal, cardiólogo de Clínica Las Condes, cuando se entregan este tipo de consejos es importante no asustar a la gente con directrices que en la práctica sean muy difíciles de llevar a cabo. “En esto no debemos ser talibanes; la idea es que las personas aprendan a comer sano en su vida diaria, pero también tenemos que decirles que comerse un asado de cordero de vez en cuando no está mal, siempre y cuando sea de vez en cuando”, sostiene.
Imitar a los mediterráneos
Es aconsejable que
las personas procuren consumir frutas y verduras todos los días, porque no sólo contribuyen a disminuir los niveles de colesterol, sino que además evitan otro tipo de trastornos como el cáncer de colon o el cáncer gástrico. “En Chile tenemos el privilegio de tener muy buena fruta y verdura y a muy buen precio, por lo que debiéramos incorporarlos en forma habitual y permanente a nuestra alimentación”, agrega el
especialista.
Por otra parte,
la fibra –presente por ejemplo en el pan y cereales integrales–,
el aceite de oliva y el vino tinto (en forma moderada), son también aliados del corazón. “Debemos poner atención a la dieta mediterránea, donde estos alimentos constituyen la base de la alimentación. Es sabido que si se toman dos copas de vino al día –una al almuerzo y otra a la comida–, disminuyen los niveles de colesterol en la sangre”, advierte el Dr. Bernal.
Sin embargo, en lo que definitivamente es más enfático, es en la recomendación de
moderar el consumo de sal. “Según diversos estudios internacionales, la incidencia de hipertensión es mayor en los grupos que consumen mucha sal, y en nuestro país esto ocurre desde edades muy tempranas. Como referencia, uno podría echarle a las ensaladas y comidas dos gramos de sal al día -el equivalente a una tapa de lápiz Bic-, pero si uno se come un pan o un plato de tallarines –que en Chile traen enormes cantidades de sal–, ya se comió los dos gramos”, subraya. Por eso, el consejo es sentarse a comer, pero idealmente sin poner el salero en la mesa.
A mover las piernas
Los beneficios de la práctica de actividad física en forma regular son innumerables. De hecho, está comprobado que quienes la practican frecuentemente tienen menos riesgos de morir por enfermedades cardiovasculares, además de una mayor sobrevida. Básicamente porque disminuye los niveles de presión arterial y colesterol en la sangre, mejora la tolerancia a los carbohidratos, reduce el sobrepeso y aumenta el gasto energético. En este sentido, caminar rápido, andar en bicicleta, trotar o nadar –unas tres veces a la semana– son excelentes alternativas.
“El ideal es que todos los adultos que comiencen un programa de ejercicios se realicen previamente un chequeo médico, en especial si tienen antecedentes familiares de enfermedades al corazón y/o factores de riesgo asociados como colesterol, sobrepeso, hipertensión, diabetes y tabaquismo”, puntualiza el Dr. Bernal.
Fuera los cigarros
“Durante mucho tiempo se dijo que el
tabaco producía daños para la salud sólo si una persona fumaba sobre cuatro cigarrillos por día. Sin embargo, hoy han aparecido otros estudios que han demostrado que algunos fumadores pasivos y personas que fumaban alrededor de 2 ó 3 diarios, también sufrían daño. Esto quiere decir que
el cigarro es dañino siempre, y hay que tratar de evitarlo”, sentencia el especialista.
Y es que además de las enfermedades relacionadas con la salud pulmonar, el cigarro favorece la aparición de
arterioesclerosis, donde las arterias se van llenando de placas y se vuelven menos flexibles, con el riesgo de que éstas obstruyan el paso de la sangre o se desprendan y formen un coágulo.
Por eso, la recomendación acá es en cierta forma más tajante, ya que el ideal es que las personas lo erradiquen definitivamente de sus vidas. Sobre todo considerando que unido a otros factores de riesgo –como colesterol o hipertensión– el tabaquismo aumenta exponencialmente los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares.