La última Encuesta Nacional de Salud señala que en Chile el 27,6% de la población mayor de 15 años es hipertensa. Examen llamado Holter es clave en el diagnóstico.
Para diagnosticar la hipertensión hay una prueba que es fundamental, el Holter de 24 horas. Según explican los especialistas de Clínica Las Condes, cuando una persona se toma la presión arterial, lo que hace es medir con qué fuerza el corazón está bombeando sangre a las arterias.
Cuando se mide con los aparatos en casa, puede ser en cualquiera de los dos brazos. “La primera vez debiera ser en los dos brazos, porque hay leves variaciones. Si es importante que la persona no haya hecho ejercicios al menos 30 minutos antes de la medición, que no haya bebido, que no haya fumado y que no haya pasado alguna gran pena o alegría que le varíe la presión arterial”, dicen los especialistas.
También, es importante que se pueda medir la presión varias veces al día para para poder calcular un promedio diario. Si este número es superior a los 130/80 mmHg, entonces hay que preocuparse.
El examen que realmente puede clarificar si existe o no
hipertensión es el Holter de 24 horas. “Es un examen que se indica cuando hay antecedentes familiares de hipertensión, o cuando en las mediciones anteriores aparece alta en algún momento del día, pero se quieren tener más información. Es un monitoreo de 24 horas, de día y de noche. En general, la presión arterial tiende a disminuir durante la noche y eso se debe reflejar en el examen”, dicen los doctores.
“La presión arterial no es un número estático, se va moviendo. Si el promedio de estas mediciones está por debajo del 130/80, no es hipertenso”
— Especialistas Clínica Las Condes
Junto con el aparato que va midiendo la presión las 24 horas, se le entrega a la persona una cartilla para que vaya anotando sus actividades a determinadas horas del día. De esta manera, se puede saber qué estaba haciendo cuando marcó la mayor o menor presión arterial.
Efectos negativos de la hipertensión arterial
Los doctores explican gráficamente qué es la hipertensión: “imagina que el corazón es una bomba que inyecta sangre a la aorta. Esta arteria la recibe y, mientras lo hace, se dilata un poco y vuelve al tamaño que tenía antes. Esa fuerza con la que choca la sangre en la pared de la arteria se llama tensión arterial. Sobre ciertos niveles de fuerza, se considera una patología y entonces se habla de hipertensión”. Esta fuerza con la que choca la sangre en la pared puede llegar a romper alguna arteria en cualquier parte del cuerpo.
Según indican los especialistas son tres las áreas en las que la
hipertensión puede causar más daño: el cerebro, el corazón y los riñones.
1) Efectos a nivel cerebral:
En las personas mayores la hipertensión puede producir demencia por infartos lacunares, estos infartos pequeñitos que se van acumulando y sumando lentamente. “Las personas puede tener problemas con las funciones cerebrales como la memoria, o se olvidan de algunas cosas, se equivoca al hacer cálculos”, dicen los especialistas.
“Si una persona es hipertensa y no está controlada, la culpa no es de la edad de las personas, sino de que no está contralada. De estar bien controlada, no tiene por qué llegar a la demencia”, insisten los cardiólogos.
2) Efectos a nivel del corazón:
Una hipertensión mal controlada puede producir cardiopatía coronaria. “Una buena parte de los infartos cardíacos se produce por una hipertensión no controlada. El paciente no controlado de su hipertensión puede tener efectos en su cabeza en el largo y también en el corazón”, dicen elos doctores.
3) Efectos en los riñones:
Otra consecuencia de la hipertensión es la insuficiencia renal. “Para decirlo muy en simple, una persona con hipertensión no controlada puede terminar en diálisis. Muchos son hipertensos, no saben que lo son y de los que saben, no todos están controlados”, indican los cardiólogos.
También puede ocurrir que se rompa un vaso sanguíneo producto de esta presión que ejerce la sangre. Es lo que se conoce como un aneurisma.