Pacientes con colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn han crecido en las últimas décadas.
La
Enfermedad de Crohn y la
colitis ulcerosa son las principales
enfermedades inflamatorias intestinales (EII) crónicas. Si bien hace algunas décadas eran consideradas infrecuentes, hoy son un importante problema gastroenterológico en los países en vías de desarrollo con cambios demográficos, como Chile.
El doctor
Patricio Ibáñez, gastroenterólogo de Clínica Las Condes, sostiene que estas enfermedades se observan cada vez con mayor frecuencia, en especial en personas
entre los 20 y los 40 años, aun cuando pueden ocurrir en personas de todas las edades.
“La razón del incremento de estas enfermedades no está aclarada en forma definitiva, sin embargo, hay una serie de factores ambientales que pueden contribuir a este fenómeno, por ejemplo,
ausencia de lactancia materna, alteraciones del sueño, dieta rica en grasas saturadas y probablemente el más relevante es el
tabaquismo”, explica el especialista.
También contribuye el uso de antibióticos en edades tempranas de la vida, la utilización de antiinflamatorios no esteroides (denominados AINEs), como el ibuprofeno, que también son factores que se ha mencionado en la literatura. Todos estos factores contribuyen a un estado proinflamatorio (proclive al daño y/o falla en la reparación del daño).
De acuerdo al doctor Ibáñez, hay estudios recientes que muestran que la alteración de la
microbiota, es decir, el conjunto de bacterias que habitan el intestino puede estar involucrado. “El que se pierda la biodiversidad de ésta podría ser un factor que contribuye en la génesis de la enfermedad, a su vez, los factores que alteran esta microbiota son tan amplios como la polución ambiental, la obesidad, etc.”, explica.
La causa de las EII es aún desconocida, pero lo que ya se sabe es multifactorial, donde podría sumar esto factores ambientales a una cierta predisposición genética. Tanto la colitis ulcerosa como la enfermedad de Crohn, se caracterizan por episodios de actividad y remisión de la inflamación que con adecuado control se pueden evitar.