Descubre las distintas causas y como puedes prevenirlas.
Se acerca la primavera, comienzan los días cálidos y con ellos también comienza un aumento en las
enfermedades de transmisión alimentaria -o ETA-. Estas se originan por el consumo de
alimentos o agua que están
contaminados por algún patógeno, como virus, bacterias, parásito, por algún metal pesado o sustancia química.
Causas
Las causas por lo general son múltiples, pero la mayoría de los casos son producto de la contaminación de
alimentos debido a
problemas en la manipulación,
producción,
procesamiento,
almacenamiento o por
contaminación del medioambiente”, explica el
Dr. Carlos Garcés, gastroenterólogo CLC.
En este contexto, el especialista indica que la
manipulación cumple un rol fundamental a la hora de que se generen este tipo de enfermedades, ya que muchas veces al
cocinar o preparar
alimentos no hay una correcta
higiene de manos, las superficies en donde se trabajan no están limpias o se produce
contaminación cruzada.
Síntomas de las enfermedades de transmisión alimentaria
Por lo generar, las ETA producen cuadros agudos que son autolimitados y tienen una duración aproximada de entre dos y tres días. Entre los
síntomas principales se pueden identificar:
- Diarrea.
- Vómito.
- Dolor abdominal.
- Fiebre -en el menor número de casos-.
En algunos casos estos síntomas pueden agravarse y aunque cualquier persona puede contraer una ETA, hay quienes tienen
mayor riesgo de generar cuadros graves, en grupos tales como:
- Adultos mayores con enfermedades crónicas o de base.
- Personas con su sistema inmune debilitado a causa de afecciones de salud o tratamientos médicos.
- Niños menores de cinco años.
- Mujeres embarazadas.
¿Cuándo acudir a un especialista?
El especialista indica que cuando la sintomatología mencionada
anteriormente no remite dentro del periodo esperado -entre dos y tres días- hay que consultar al médico si se acompaña de los siguientes síntomas:
- Diarrea que no disminuye -más de 10 episodios al día-.
- Deposiciones con sangre.
- Dolor que aumenta con el pasar de los días.
- Vómitos persistentes.
- Imposibilidad o complicaciones para comer o beber.
Consejos para prevenir las enfermedades de transmisión alimentaria
El
gastroenterólogo comparte algunos consejos para disminuir el riesgo de contraer una
ETA: “La mejor forma de evitarlas en teniendo cuidado con lo que está consumiendo, dentro de lo más peligroso que uno puede consumir son los
alimentos crudos y sobre todo en esa época cuando están comenzando los días con más calor no se guardan las
cadenas de frío. Por otro lado, siempre tener cuidado y ver bien el sitio donde se consumen los alimentos, de donde provienen, si la persona que los prepara tiene cuidado. Si un alimento sabe raro, no consumirlo”.
Además, podemos
reducir el riesgo realizando las siguientes acciones a la hora de manipular los alimentos:
- Lavarse las manos antes y después de manipular cada alimento.
- Limpiar y desinfectar las superficies donde se prepararán los alimentos.
- No utilizar los mismos utensilios para diferentes alimentos -por ejemplo, no cortar con el mismo cuchillo la carne y luego las verduras-. Utilizar uno distinto para cada caso.
- Congelar y descongelar los alimentos adecuadamente.
- Evitar comidas recalentadas.
Alimentos que se debe evitar o disminuir su consumo:
- Pescados y carnes crudas o parcialmente cocidas -vacuno, cerdo, aves, sushi, ceviche o maricos-.
- Salchichas o embutidos crudos o mal cocidos.
- Paté, pastas de queso o jamón, de expendio a granel.
- Verduras sin lavar, aunque estén empaquetadas.
- Alimentos de origen desconocido o de comercio informal.