Los cálculos biliares no son una situación que ocurra solo en los adultos. Hoy niños y adolescentes también están desarrollando estos microcristales que se forman a partir de la bilis.
El hígado produce una secreción llamada bilis, que se almacena en la
vesícula en los periodos de ayuno. La función de la bilis es ayudar al procesamiento y absorción de los alimentos, especialmente los que son ricos en grasa. Así, cuando una persona come, la vesícula libera la bilis cuando los alimentos llegan a los intestinos.
Sin embargo, cuando se produce una disfunción hepática en la composición de la bilis, se forman estos microcristales y se empiezan a unir formando lo que comúnmente se conoce como “cálculos biliares” y medicamente, como colelitiasis. Un problema que hoy también se está viendo en los niños.
El
doctor Álvaro Vega, gastroenterólogo infantil de Clínica Las Condes, explica que “los cálculos corresponden a depósitos sólidos de bilis en la vesícula biliar, un órgano pequeño que se ubica justo debajo del hígado”.
“Aunque esta condición es mucho más frecuente en adultos, hasta un 2% de los niños la pueden presentar”, agrega el especialista.
Causas:
El doctor Vega señala que la colelitiasis se produce por diversas causas y se pueden encontrar a cualquier edad, desde el nacimiento hasta la adultez.
“En pediatría al igual que en adultos, la
obesidad es uno de los principales factores de riesgo que favorecen su aparición. En los últimos años se ha observado un aumento de la frecuencia de cálculos biliares en niños y niñas en edad escolar y adolescentes, lo que tiene relación con el gran aumento de la obesidad infantil”, indica.
¿La razón? En las personas con obesidad, los cálculos biliares están compuestos mayormente por colesterol. “Se cree que el aumento del riesgo en este grupo se debe a que existe una mayor secreción de colesterol en la bilis, lo que promueve la formación de cálculos”, advierte el gastroenterólogo infantil.
Al igual que en los adultos, un niño o adolescente que tiene cálculos biliares “implica portar alguna condición de riesgo para desarrollarlos, por lo que es probable que puedan aparecer más”.
Es infrecuente que los cálculos biliares tengan una
resolución espontánea, pero sí pudiera ocurrir que un cálculo de pequeño tamaño migre hacia el intestino sin causar molestias y se elimine.
La
solución a este problema dependerá de las molestias que genere.