El cambio más notorio es que ya no es posible dejar de percibir el aumento de volumen uterino que tiende a llegar cerca del ombligo o pasarlo. A las 20 semanas, las mamás primerizas tienden a sentir las hermosas primeras pataditas. Las ya expertas, pueden notarlo un poco antes, entre la semana 17 ó 18.
Los cambios fisiológicos del embarazo pueden ser más evidentes, por lo que puedes sentir un poco de retención de líquido con ligero edema de pies y menos en las manos.
Durante el segundo trimestre la presión arterial llega a su punto más bajo, por lo que es necesario tener precaución al realizar maniobras bruscas o de gran esfuerzo físico.
Tu vejiga será la primera perjudicada por el aumento de volumen uterino quedando comprimida. Con esto sentirás -con mayor frecuencia- ganas de ir al baño a orinar.
Al final de este período (22-24 semanas) ocurre habitualmente el segundo importante control ecográfico donde se puede confirmar el sexo (esto puede ser en realidad desde la semana 16-18), verificando que su anatomía esté bien y, así, realizar algunas predicciones de riesgo de problemas en el embarazo.
Al final de este período mide 20 cm aproximadamente y se cree que ya escucha. Algunos papás inician un plan de estimulación con música, o simplemente con hablarles.
Conoce cómo avanzará tu embarazo durante el sexto mes, acá.