En el mundo entre el 7 y 10% de las mujeres en edad reproductiva padece de esta patología. Periodos menstruales irregulares, hirsutismo y acné son algunos de los síntomas que pueden alertar la presencia del síndrome de ovario poliquístico.
Se conoce como
síndrome de ovario poliquístico (SOP) a una patología endocrino-metabólica que afecta frecuentemente a mujeres en edad reproductiva y que se asocia a
problemas reproductivos e insulinoresistencia.
Las mujeres que presentan este síndrome tienen períodos
menstruales irregulares (oligoanovulación) y la presencia de altos niveles de
andrógenos (hormonas masculinas) o signos clínicos asociados al aumento de estas hormonas (hiperandrogenismo).
Según los especialistas, la causa de este síndrome no está completamente determinada. Son varios los factores y alteraciones que influyen en su aparición, entre ellos el aumento del número de folículos ováricos lo que lleva a un incremento en la producción de
andrógenos, disfunción de la hipófisis con mayor producción de hormona luteinizante y
niveles elevados de insulina.
Síntomas
“Las pacientes habitualmente consultan por
hirsutismo (presencia de vello en lugares anormales para la mujer),
acné, alopecia, irregularidades menstruales o por problemas de fertilidad”, explica el
doctor Nicolás Crisosto,
endocrinólogo de Clínica Las Condes.
Además, gran parte de las mujeres con síndrome de ovario poliquístico tienen algún grado de
resistencia a la insulina, por lo que el aumento de peso, obesidad abdominal y desarrollo de prediabetes o
diabetes también se asocian a esta enfermedad.
“El diagnóstico es eminentemente clínico, basado en la historia de la paciente y el examen físico requiriendo la presencia de al menos dos de estos tres elementos:
hiperandrogenismo, oligoanovulación y presencia de ovarios de morfología poliquística”, señala el especialista.
Tratamiento
Para el control de este síndrome, el manejo no farmacológico es esencial. Mantener una
alimentación balanceada y realizar ejercicio periódico son las principales medidas. “Solo con el control del peso se logran normalizar los niveles de insulina y esto de por si disminuye la producción de andrógenos del ovario y logra mejorar los ciclos ováricos”, cuenta el doctor.
Dependiendo de cada caso, se evalúa la necesidad de complementar con medicamentos insulinosensibilizantes, anticonceptivos o bloqueadores antiandrogénicos.
El diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad es crucial para disminuir los riesgos que esta implica especialmente a la salud reproductiva de las mujeres. “Como hay disfunción ovárica, puede ser más difícil lograr un embarazo y además puede haber más complicaciones durante el embarazo:
abortos de primer trimestre, diabetes gestacional, preeclampsia, parto prematuro, etc.”, señala el doctor Crisosto.
El síndrome de ovario poliquístico también está asociado a aumento de riesgo de desarrollar otras enfermedades. A medida que la insulinoresistencia evoluciona, aparecen complicaciones asociadas como
sobrepeso, obesidad, prediabetes y diabetes.