Según el censo del 2017, en nuestro país la población de adultos mayores de 60 años alcanzó un 16,2%. ¿Cómo tomar precauciones para pasar un invierno sin contratiempos?
Pasar agosto es la clásica expresión para referirse a lo crudo que puede ser para algunos mantenerse sanos durante el invierno. Por eso, tener
ciertos cuidados y conductas de autocuidado es muy importante para prevenir el contagio de infecciones y otras enfermedades.
En un país donde la población sobre los 60 años aumenta a pasos agigantados, estas recomendaciones se hacen aún más imprescindibles.
En el caso de los adultos mayores que desean hacerse un “chequeo general”, pueden consultar a un médico especialista en
geriatría para una valoración geriátrica integral, el cual es una evaluación completa de salud, en el cual se incluyen las dimensiones biológica, funcional, mental y social.
Consejos básicos de cuidados para adultos mayores
1. Contagios. Muchas veces la lluvia y las bajas temperaturas impiden realizar actividades al aire libre, o salir fuera de casa. Por eso, una
correcta ventilación, evitar el hacinamiento, sobre todo si hay personas enfermas, y mantener ciertos hábitos como el
lavado permanente de manos es fundamental para evitar el contagio de infecciones, incluso si se ha recibido la vacuna contra la influenza.
Usar pañuelos desechables y taparse la boca con el brazo antes de toser también es importante. Uno de los mayores riesgos es contraer enfermedades respiratorias, las que, si bien están presentes durante todo el año, se acentúan durante estos meses más fríos. Ante cualquier estado gripal hay que evitar la
automedicación con antibióticos, ya que no son efectivos para cuadros causados por virus.
2. Hidratación. Las personas mayores tienden a sentir menos sensación de sed, es por eso que es importante mantener una adecuada ingesta de líquidos. Una buena hidratación también influye en la elasticidad y grosor de la piel, característica que se va perdiendo con los años y que se acentúa con el frío y con el calor seco de la calefacción. El resultado puede ser la disminución de las barreras protectoras de la piel y la aparición de distintos tipos de infecciones. Aplicarse cremas hidratantes para lubricar también es aconsejable.
“Los adultos mayores tienden a tener la piel más seca, lo que en general se expresa como picazón en el cuerpo”, explica el
doctor Andrés Glasinovic, especialista en medicina familiar del Centro Integral del Adulto Mayor de Clínica Las Condes.
3.
Bajas temperaturas. Abrigarse de forma adecuada para evitar la pérdida de calor corporal es fundamental, así como evitar los cambios bruscos de temperatura. “Esto es especialmente importante en los adultos mayores, ya que tienen disminuidos los mecanismos de defensa del cuerpo ante el frío, lo que les dificulta mantener la homeostasis, que es el equilibrio del medio interno”, dice el doctor Glasinovic.
Si se piensa salir al exterior a un ambiente frío, es recomendable usar gorro, guantes y bufanda. De lo contrario, lo indicado es que dentro de la casa la temperatura se mantenga con una temperatura agradable y evitar la exposición a factores contaminantes como humo de chimeneas o cierto tipo de calefactores, especialmente a parafina.
4. Alimentación. Mantener una dieta balanceada e incluir alimentos ricos en fibra y antioxidantes. De esta forma se refuerza el sistema inmune para pasar de mejor manera los meses más fríos.
5. Accidentes. Caídas, quemaduras o intoxicaciones por gas también pueden aumentar en esta época del año ya que los adultos mayores pasan la mayor parte del tiempo dentro de su hogar. Por eso es importante revisar las instalaciones de gas, preocuparse de que las habitaciones tengan buena iluminación y evitar dejar cosas en el suelo con las que puedan caer o tropezar.
6. Emociones. Acompañar de manera especial a los adultos mayores en esta época del año es importante para evitar sentimientos de soledad o nostalgia, comunes en estos meses. El clima frío muchas veces impide salir de la casa para sociabilizar y en algunos casos es necesario suspender actividades que durante los meses de más calor permitían mantenerse entretenidos y acompañados.
¿Cuándo acudir a un servicio de urgencia con adultos mayores?
- Tos con sangre.
- Color de piel o boca azulado.
- Dificultad al respirar.
- Compromiso de conciencia.
- Deshidratación sin capacidad de reponer pérdidas por vía oral.
Vacunas
Para los adultos mayores se recomienda la vacuna contra la influenza estacional todos los años. Si no se han aplicado la vacuna contra el neumococo previamente, también es recomendable