Cinco claves para ayudar a combatir la resistencia a los antibióticos
07 de febrero, 2019
·Tratamiento y Recuperación
No automedicarse es la principal recomendación de los especialistas.
Los
virus, bacterias y hongos se están volviendo
cada vez más resistentes y ya no es posible combatirlos con los fármacos tradicionales, por lo que cada vez se necesita una sustancia más fuerte que pueda hacerles frente.
La preocupación es mundial. Según el
doctor Rodrigo Blamey, infectólogo de Clínica Las Condes, explica la amenaza de las
bacterias multirresistentes y la falta de nuevos antibióticos, ha obligado a reutilizar viejas moléculas que habían dejado de usarse por sus efectos adversos. Además, genera más costos en hospitalización y tratamientos, y por supuesto, más muertes
Todos podemos ayudar a que la resistencia a los antibióticos no siga aumentando. El Plan Nacional contra la Resistencia a los Antimicrobianos, una estrategia diseñada desde el Ministerio de Salud entrega
algunas recomendaciones.
- No te automediques: la mayoría de las veces no se requiere el uso de antibióticos (resfríos, gripes y otras enfermedades virales). Si sientes síntomas similares a un cuadro tratado con antibióticos un tiempo atrás, no empieces a tomarlos de nuevo. Es probable que los síntomas sean parecidos, pero que el origen no sea bacteriano. Mejor consulta con un médico.
- Sin olvidos: Si te indicaron un tratamiento con antibióticos no olvides tus dosis. Para que sea efectivo, es necesario mantener un nivel estable de antibióticos en la sangre. Si olvidas una, el nivel baja y las bacterias pueden volver a multiplicarse, lo que podría generar resistencia en las bacterias y la pérdida de efectividad del tratamiento.
- No juntes las dosis: si olvidaste una dosis, solo tómala si lo recuerdas al poco tiempo de haber pasado la hora indicada. Si ya estás cerca de la siguiente dosis toma solo una, porque ingerir dos juntas podría tener un efecto tóxico.
- No a las interrupciones: aunque los síntomas del cuadro disminuyan, debes finalizar el tratamiento. Interrumpirlo puede provocar una recaída o que las bacterias generen resistencia.
- No sustituyas por el “alternativo”: las equivalencias entre remedios no siempre están clínicamente comprobadas.
No olvides que muchas de las bacterias que hoy son resistentes son las responsables de infecciones comunes graves como la septicemia, la diarrea, la neumonía, las infecciones urinarias y la gonorrea.