Conocer la razón por la que se forman estas piedras es clave para evitar nuevas litiasis.
La principal
función de los riñones es
eliminar los desechos de nuestro cuerpo, una tarea vital. En algunas oportunidades, durante este proceso, se forman unas masas duras a partir de sustancias que son parte de la orina y que el propio riñón elimina, pero se acumulan formando verdaderas piedras de distinto tamaño. Son los conocidos cálculos renales o litiasis.
El
doctor Rodrigo Orozco, nefrólogo de Clínica Las Condes, indica que para prevenir estos cálculos es fundamental llevar una
dieta baja en sal, aumentar la cantidad de líquido que se ingiere para lograr una diuresis superior a los 2 litros al día (cantidad de orina), reducir la cantidad de proteínas de origen animal y consumir lácteos de manera normal.
Cuando se
diagnostica litiasis, es fundamental identificar por qué se producen estas piedras. “La importancia del estudio radica en que cada persona que forma cálculos tiene una suma de factores de riesgo que son propios de ella. Eso quiere decir que no basta saber que los cálculos son de calcio, por ejemplo, porque hay distintos mecanismos que llevan a la formación de este tipo de cálculos. Cuando se conoce el mecanismo específico en esa persona, se puede realizar prevención específica e individualizada”, señala el especialista.
La prevención se basa en medidas dietéticas, recomendaciones generales y específicas para cada individuo, y otras medidas farmacológicas.
“Dependiendo de los mecanismos individuales de cada paciente, se puede usar distintos medicamentos:
diuréticos que reducen la cantidad de calcio en la orina (Hidroclorotiazida), otros que aportan
elementos que inhiben la formación de cálculos (Citrato de potasio) y otros que
reducen la cantidad de ácido úrico en sangre y orina (Alopurinol o Febuxostat)”, indica el doctor Orozco.
Respecto de la dieta, el nefrólogo explica que no existen alimentos prohibidos per sé. “Si deben evitarse aquellos que contengan mucha sal como la
soya o el maní salado, o reducir el consumo de proteínas animales, especialmente de carnes rojas y embutidos, cuando sea exagerado. Cuando se conocen los mecanismos individuales se pueden realizar recomendaciones más específicas como por aumentar la ingesta de líquidos, el consumo de verduras y frutas o reducir el consumo de carnes”, insiste.
Estos pacientes deben evitar el consumo de suplementos alimenticios, especialmente los concentrados de proteínas que se usan para aumentar la masa muscular. Otro elemento negativo es el uso de suplementos de calcio que en algunos casos pueden aumentar la formación de cálculos.