Bronquitis obstructiva o asma
A pesar de que ambas patologías presentan síntomas similares, las causas que las provocan son distintas. Un buen diagnóstico es fundamental para seguir el tratamiento adecuado.
Tos recurrente, problemas respiratorios y silbido en el pecho son síntomas que de inmediato podemos vincular con bronquitis obstructiva en los niños. Esta es una enfermedad respiratoria muy frecuente en invierno, especialmente en los menores de dos años, ya que poseen vías aéreas más estrechas. Sin embargo, existen otros cuadros clínicos, como el asma, que pueden presentar síntomas similares.
El asma es la patología crónica más común en los niños.
Se produce por una inflamación alérgica de las vías aéreas y se manifiesta por episodios de tos, ahogos y sibilancias (silbido del pecho). Puede comenzar a cualquier edad, incluso en los primeros meses de vida, y se sabe que el 80% de los casos se ha iniciado antes de los cinco años, señala el pediatra de CLC, Oscar Fielbaum.
De acuerdo a lo que sostiene el doctor, esta patología se produce por una conjugación de elementos, entre los que destaca la predisposición genética que se hereda de padres y abuelos, que hace a los ni?os responder con alergia frente a los estímulos del ambiente, condición conocida como atopía.
“La atopía hace que frente a alergenos como polen, pasto, maleza, hongos, etcétera, el niño presente una respuesta inflamatoria crónica, alérgica, de sus vías aéreas. Este bronquio inflamado es muy susceptible a contraerse, cerrarse o estrecharse frente a estímulos inespecíficos como las infecciones virales respiratorias (resfríos) y contaminantes ambientales, entre otros. Sin embargo, en los niños, los virus respiratorios son los principales desencadenantes de las crisis de asma”, explica el profesional.
Los síntomas de esta enfermedad respiratoria son varios aunque destacan las crisis o episodios de tos por resfríos o alergenos del ambiente; la tos crónica o recurrente que se exacerba con el ejercicio físico, al acostarse, levantarse o con la risa o el llanto; la sensación de ahogo con el ejercicio (asma por ejercicio) y las neumonías a repetición.
Tips para padres
- Evite fumar en lugares cerrados.
- Jamás prenda una estufa dentro del dormitorio.
- Trate de no utilizar estufas a combustión (parafina o gas) y de ser así, enciéndalas y apáguelas en el exterior.
- Actúe preventivamente para minimizar las crisis asmáticas.
- Con la ayuda de un especialista, aprenda a utilizar los inhaladores como corresponde.
- Deje que su hijo haga una vida normal.
- Ante cualquier duda, consulte a su doctor.
El pronóstico del asma depende de la severidad del cuadro, aunque en general las formas leves y moderadas, que son las más frecuentes en pediatría, tienden a mejorar y desaparecer en la pubertad con los cambios sexuales secundarios.
Por su parte, las formas severas de asma poco habituales en pediatría, se mantienen durante la vida adulta.
A juicio del doctor Fielbaum, el tratamiento del asma tiene tres pilares fundamentales: la prevención, a través de medicamentos controladores de la enfermedad y que van dirigidos a la inflamación crónica; el alivio de las crisis agudas con broncodilatadores y la educación.
“Esta última es esencial para la terapia, ya que el paciente y la familia entienden la enfermedad, el por qué sucede, cómo deben usar los inhaladores, cómo minimizar las crisis y cómo hacer una vida normal con una mejor calidad de vida, entre otras cosas”, concluye.
Para tener en cuenta
No basta con fumar fuera de la casa y mantener el aire libre de tabaco dentro de ella: las personas que fuman mantienen el olor en su ropa y en su pelo y esto recibe el nombre de HUMO DE TERCERA MANO. Si el fumador tiene contacto con un menor, éste respira el “humo de tercera mano” lo que es muy irritante y contaminante. Por lo tanto, lo óptimo es dejar de fumar.
Con la colaboración del Departamento de Pediatría de CLC. Oscar Fielbaum.