Nadie nos enseña a ser padres, tampoco existe una receta para no equivocarse en este proceso. Sin embargo, al enfrentar la paternidad un buen comienzo es reflexionar sobre cómo fue la propia relación con nuestra figura paterna para que desde allí, podamos rescatar lo que se tuvo y lo que queremos que nuestros hijos reciban, y al mismo tiempo, considerar también, aquello que nos gustaría modificar y no queremos repetir.
En otras palabras, debemos ser consciente de los patrones y de cuáles eliminar, sostiene
Yasna Ruiz, neuropsicóloga infanto-juvenil de Clínica Las Condes, quien entrega algunos consejos para disfrutar la paternidad.
Liberarse de las expectativas altas, rígidas, de perfección, etc., sobre todo en contexto de pandemia. “Hay que darse espacio para sentirse cansado, mostrar debilidad, eso en ningún caso va a ser un problema, al contrario, va a ayudar a que los niños vean que en la familia hay espacio para expresar todas las emociones”, señala.
Ser consciente de que los padres son un modelo a seguir: los niños aprenden mucho más de las acciones que de las palabras. “Es importante fijarse en cuál es la conducta que se quiere promover y ser un modelo claro de aquello, no solo en el discurso. Por ejemplo, si quiere el hijo o hija sea amable o respetuoso, los padres deben ser un modelo de amabilidad y respeto”.
Dedicar tiempo de calidad: con el teletrabajo ocupando mucho tiempo de nuestro día, es muy importante marcar tiempos claros para compartir con los hijos, dejar de lado las pantallas, y priorizar el
juego espontáneo, las caminatas y actividades menos estructuradas en familia. “En lo posible, pasear al aire libre, porque se dan instancias de conversación y de compartir muy importantes”.
Mostrar afecto: romper los estereotipos del padre duro y poder expresar el cariño en distintas modalidades, sea físico o palabras amorosas, prestando atención a la forma de afecto que al hijo le gusta.
Reflexionar sobre sus necesidades y limitaciones: tratar de soltar y alejarse de la culpa. Para quienes tienen hijos más grandes, el Día del Padre puede ser una oportunidad para conversar sobre lo que ha sido para él ser el papá o cómo fue el
día del nacimiento de los hijos, etc. “Compartir esas experiencias es muy significativo para los niños, hablar de la experiencia con los abuelos, preguntarles lo que más les ha gustado o que les gustaría cambiar de la relación que tienen. Es una buena instancia para intercambiar ideas”.
Salir de la rutina: en periodo de pandemia, este día también puede ocuparse para hacer un quiebre en la rutina, jugar por un periodo más extenso, conversar, buscar que sea un día distinto en lo relacional, sin centrarse en lo material o en el regalo.