Así como adultos y niños debieron adaptarse al encierro en sus hogares durante el período de cuarentena, existen distintos desafíos para enfrentar de la mejor manera la etapa de transición. ¿Qué aconsejan los especialistas?
El período de cuarentena implicó que cientos de familias tuvieran que adaptarse a una nueva rutina en sus casas, lo que inicialmente conllevó a
efectos psicológicos negativos. “Sin embargo, después de un tiempo se produce un acomodo y acostumbramiento a la nueva situación de confinamiento, donde la familia se ajusta al nuevo sistema de vida y se logra, finalmente, un nuevo equilibrio producto de la capacidad que tenemos los seres humanos a adaptarnos a los cambios”, explica la
doctora Javiera Mayor, psiquiatra infantil y de adolescentes de Clínica Las Condes.
Este mismo proceso ocurre a la inversa. El
desconfinamiento podría significar nuevamente un
proceso de cambio y de estrés psicológico, ya que representa un nuevo proceso de adaptación que, si bien se acerca a lo que era nuestro estilo de vida habitual, previo a esta pandemia, presenta otros desafíos.
“Es esperable experimentar
sentimientos de ambivalencia respecto del desconfinamiento, ya que las personas evalúan en estos momentos las ventajas y desventajas de ambos escenarios. Finalmente, en los dos perdemos y ganamos en algún aspecto”, dice la especialista.
Por ejemplo,
hay personas que se han sentido cómodos en sus casas y se avergüenzan de reconocer que no tienen apremio por el desconfinamiento. Entre las ventajas que se han adquirido son:
- Tener más tiempo con la familia.
- Disponer de más tiempo y levantarse, incluso, más tarde.
- Disfrutar de un almuerzo en casa y en familia.
- Dedicar tiempo a sí mismo y lograr manejar mejor los horarios.
- No exponerse a los estímulos de la calle como tacos, ruidos, la prisa de la ciudad.
- No perder tiempo en traslados.
“Si bien, lo que más extrañan es
salir y tener contacto social, persistir tantos meses dentro del hogar otorga el
sentimiento de protección y seguridad, por lo que el desconfinamiento pudiese derribar ese sentimiento debido a que la amenaza aún sigue afuera. Esto, sumado a la exposición a noticias que muestran múltiples eventos de delincuencia y violencia, genera una sensación de temor y de riesgo de salir a la calle, además de una sensación de vulnerabilidad y de falta de seguridad muy intenso”, agrega la especialista.
Respuesta a los cambios
Cada persona responde de diferente manera a los cambios, y como estamos frente a una situación excepcional y nueva, se desconoce el efecto que va generando en cada uno de nosotros, por lo mismo no es fácil expresar nuestros sentimientos frente a los cambios y nueva información que vamos recibiendo.
Por este motivo, es muy importante conocer cuáles pueden ser manifestaciones esperables durante este período de transición:
- Reconocer que pueden emerger sentimientos de angustia, ansiedad o miedo.
- Saber que la ambivalencia respecto al confinamiento puede ocurrir debido a que las personas reevaluamos las ventajas y desventajas que esta nueva etapa traerá.
- Saber identificar y poder promover la expresión de estos sentimientos.
“ Por otro lado, los niños y adolescentes podrían ser especialmente susceptibles de experimentar sentimientos confusos y malestar emocional que les fueran difíciles de identificar y expresar. Es recomendable que los padres conversen con sus hijos para que ellos puedan identificar estas emociones y pensamientos, expresarlos y mantener una conversación en familia donde se pueda normalizar y contener estas vivencias.”
— Dra. Javiera Mayor.