Deben ser un apoyo y guía, más que alguien que presiona e impone sus ideas.
“Para que una guitarra suene bien tiene que estar afinada, y estar afinada es darle la tensión justa que permita un buen desempeño. Los papás, lo que tienen que hacer, es afinar. Si veo que mi hijo se está poniendo mucha
presión, tengo que ayudar a que suelte, pero si veo que mi hijo se está tomando las cosas demasiado relajado tengo que apretar un poquito”. Así resume el doctor
Elías Arab, psiquiatra de niños y adolescentes de Clínica las Condes, la presión que los padres deben poner sobre sus hijos adolescentes, sobre todo, cuando están a punto de salir del colegio y elegir una carrera.
Manejar la angustia de adolescentes
Es importante que los papás “puedan manejar la
angustia que tienen ellos mismos respecto al futuro de los hijos”, enfatiza. El especialista indica que no por poner más presión van a ser de ayuda. Hay que poner cierto nivel, pero tiene que ser la presión justa, “además son grandes, tienen que ser capaces de saber por qué están trabajando, cuáles son sus expectativas, para darles cierto nivel de autonomía”, dice.
Por supuesto, si el hijo es demasiado
irresponsable y no cumple con sus compromisos, hay que tomar medidas. “En esos pacientes hay que investigar qué está pasando y ver cuáles son los límites para experimentar. Por otro lado, hay adolescentes tremendamente autoexigentes, quieren sólo el éxito, también tengo que ayudar a que logre frenar, descansar y logre tener una vida suficientemente equilibrada”, dice.
¿Cuándo es necesaria la ayuda de un especialista?
Cuando el adolescente está con síntomas y a pesar de lo que hacen los padres, los síntomas persisten, es momento de consultar.
“Si veo que está demasiado agobiado y yo no tengo herramientas para poder ayudarlo, es mejor consultar. Finalmente, la gran mayoría de los fracasos en la universidad se producen por el consumo de alcohol o marihuana y por un mal manejo de las emociones, adolescentes que manejan mal el estrés”, indica.