Hablar con los niños para manejar la incertidumbre es clave, advierte especialista.
Durante la primera semana del
año escolar, es común ver cómo los niños rompen en
llanto al despedirse de sus padres, lo que hace que muchos de ellos, decidan volver con los pequeños a casa, para calmarlos. Sin embargo, la clave para evitar la pena por la nueva rutina, es conversar con los niños y prepararlos antes del primer día de clases, explica la doctora
Viviana Herskovic, psiquiatra especialistas en niños y adolescentes, de Clínica Las Condes.
Según la doctora, en general, lo que más genera
ansiedad es la incertidumbre, por lo tanto, es ideal que los papás controlen y planifiquen todo que puedan con anticipación y junto a los niños. “Lo más importante primero es
hablar con ellos, preguntar si tienen una preocupación para saber qué estamos enfrentando”, señala.
Involucrarlos en la preparación del regreso a clases puede ayudar, sostiene. “Si pueden participar en la compra de sus útiles, en preparar la mochila, en hacer la ruta hacia el colegio o, si nunca han ido a ese colegio visitarlo antes, ver qué sala van a tener o qué profesora, todo lo que haga que sientan que llegarán mejor preparados al primer día de clases les ayudará a calmar la
ansiedad”, explica la psiquiatra.
Con los más pequeños puede ser difícil controlar el llanto, por lo que la doctora enfatiza en las conversaciones previas con ellos para que no lleguen angustiados el primer día. “Los más chiquititos pueden tener
angustia y, por eso, muchos colegios tienen un plan de adaptación gradual, en que tienen horarios más cortos, van menos niños y dejan a los papás entrar hasta las salas. Todas esas son buenas medidas”, dice.
Si el niño tiene un
trastorno de ansiedad por separación, va a tener una dificultad mucho mayor y tal vez discapacitante, por lo que en esos casos habría que recurrir a la ayuda de un profesional.