BlogVolver al blog

La vida después de un infarto

29 de junio, 2016 Actividad Física
¿Podré volver a hacer una vida normal? ¿Seré capaz de hacer deporte? ¿Tendré una rutina repleta de restricciones? Estas son sólo algunas de las dudas que surgen tras haber sufrido un ataque al corazón. Aprende cómo enfrentarlo.

 

¿Has oído hablar de personas que luego de sufrir un infarto corren maratones o escuchado a un paciente afirmar que se siente mucho mejor que antes de ser víctima de un ataque al corazón? Según el doctor Patricio Venegas, de la especialidad de Cardiología de Clínica Las Condes, casos como estos no son tan aislados.

“Muy por el contrario. Más de la mitad de los pacientes que sufren un evento cardíaco de estas características logran obtener una vida mejor y más saludable que antes”, agrega el especialista.

La razón es simple y clara: el susto pasa la cuenta y todos aquellos hábitos viciosos que enfermaron al corazón y sus arterias, son erradicados de raíz. En resumen, muchos dicen adiós al cigarro, al sedentarismo y a las dietas inadecuadas.

“La clave está en modificar los factores de riesgo y eso se realiza a través de metas terapéuticas post infarto que se acuerdan con el paciente y van desde la más simple, como dejar de fumar, a las más compleja, con un programa de rehabilitación cardiovascular supervisada y controlada acá en la clínica”, agrega el doctor.

El tiempo es vital

Pero no sólo el cambio de hábitos cuenta, la magnitud del infarto también es determinante en la recuperación de los pacientes. Para entender mejor, un ataque cardíaco es la muerte o necrosis de algún sector del músculo del corazón provocado por la obstrucción de una arteria coronaria, lo que impide un flujo normal de sangre hacia él.

Si este bloqueo dura más de 15 minutos, comienza a producirse la muerte celular de manera progresiva. La extensión de este depende justamente del tiempo durante el cual el corazón se vio expuesto a la falta de oxígeno y nutrientes, por lo que entre más precoz el tratamiento, mejor.

“Mientras antes son las intervenciones, menos daño se va a producir, incluso el infarto puede ser abortado. Esto puede ocurrir gracias a que el vaso se abre espontáneamente o porque se usó ácido acetilsalicílico de forma precoz o porque se abrió mecánicamente el vaso a través de una angioplastia o de una trombosis. Por eso que acudir a un Servicio de Urgencia lo antes posible, marca una gran diferencia”, explica el especialista.

Sin embargo, hay que considerar que las consecuencias de un infarto sin diversas y las horas posteriores a él, determinantes. Por esto, los pacientes deben quedar hospitalizados por unos días para tenerlos supervisados y contar con las herramientas necesarias a mano –monitoreo electrocardiográfico continuo y desfibrilación eléctrica- en caso de una nueva urgencia.

Algunos de los riesgos que puede correr un infartado luego de un evento son arritmias cardíacas graves e insuficiencia cardíaca aguda, las que se dan principalmente en las primeras horas y días de evolución.

¿Qué hacer después?

Si bien, tras un infarto no se puede recuperar el sector muerto del músculo, muchas veces el corazón se adapta a esta condición y el resto de él asume esta nueva función sin problema alguno. Sí es necesario ayudarlo olvidándose de los malos hábitos y retomando la vida con otra perspectiva, más sana, más activa y controlada.

Según el cardiólogo, hay que partir de la base de que para sufrir un infarto, los pacientes probablemente estaban con sobrepeso o eran sedentarios o fumadores, o bien, todas las anteriores. Si a ello le sumamos componentes como diabetes, hipertensión arterial y colesterol, vivían con una bomba de tiempo.

“Si los pacientes siguen los tratamientos indicados y se cuidan en todos los aspectos que nombramos anteriormente, su calidad de vida va a ser sumamente superior a la que llevaban antes”, explica.

Así, luego de un infarto, hay que darle tiempo al músculo para que cicatrice y se recupere, lo que va a depender del estilo de vida previo a cada uno: aquellos muy sedentarios, a los 15 días pueden estar sentados nuevamente en su sillón favorito, viendo televisión y siguiendo la misma rutina que antes, que de ninguna manera es la idea. Aquellos que son deportistas, pueden tardar entre tres y seis meses en retomar su actividad como antes.

“Después de un evento coronario, la calidad de vida de las personas que hacen ejercicio es tremendamente superior a las que no, porque no sólo logran tener un corazón y una musculatura más eficientes, sino que, además, requieren de menor demanda cardíaca”.

Restricciones

Quienes sí tendrán restricción de por vida, son aquellos que sufrieron el daño de una gran masa muscular y cuyo infarto dejó secuelas a nivel de la función ventricular. Ellos no van a poder realizar actividades físicas muy intensas y van a necesitar un tratamiento más agresivo. Aquí, no basta sólo con controlar los factores de riesgo, sino que hay que tratar su condición con medicamentos para poder mejorar la función del corazón.

 
Rehabilitación Cardiovascular
 

Para todos, el departamento de Cardiología de Clínica Las Condes cuenta con un completo programa de rehabilitación cardiovascular que tiene como eje el apoyo a los pacientes post eventos coronarios. Este se basa en la elaboración de una estrategia personalizada para cada paciente que le permita recuperar su vida de forma segura, lo antes posible. Entre ellos, está un plan de entrenamiento realizado por Cardiología junto al Centro de Medicina del Deporte, donde la persona comienza a realizar actividad física de manera progresiva y vigilada para volver a poner en movimiento el corazón y fortalecerlo. Todo en un ambiente seguro y supervisado por especialistas.

 
Vista 166658 veces
Leer articulo completo

Noticias relacionadas

Recupera la ligereza de tus piernas

08 de diciembre, 2023 Adultos

Innovadores tratamientos para las várices en CLC

Leer más

DJ copiapina se recupera de operación al corazón: “La música y el equipo de Clínica Las Condes salvaron mi vida”

04 de octubre, 2023 Adolescentes

La vida de Jenny Cisternas, de 34 años, transcurría al ritmo de la música y las tornamesas en Copiapó, hasta que un accidente de tránsito puso en riesgo su vida. Una de sus arterias se obstruyó y una patología cardiovascular previa, hacía imperante estabilizarla y realizar una cirugía al corazón.

Leer más

Comentarios

Comments
Este post actualmente no tiene comentarios