Patologías de la tiroides
¿Cuáles son las diferencias y causas de patologías como el bocio, hipotiroidismo e hipertiroidismo? Conoce más aquí.
¿Cuál es la principal diferencia entre bocio, hipotiroidismo e hipertiroidismo?
El bocio significa tiroides aumentada de tamaño, en cambio, el hipotiroidismo y el hipertiroidismo se refieren a la función de la tiroides.
En el hipotiroidismo hay una disminución o ausencia de función de la glándula, es decir, no hay hormona tiroidea suficiente. En el hipertiroidismo hay exceso de hormona tiroidea, ya sea por aumento de función de la glándula o por otras causas.
Así, existe el bocio hipotiroideo, eutiroideo (con función normal) e hipertiroideo y también puede haber hipotiroidismo e hipertiroidismo sin bocio (con tiroides de tamaño normal o pequeña).
¿Cuáles son los síntomas?
En el caso del bocio, éste sólo da síntomas cuando es muy grande, donde podría haber ronquera, dificultad para tragar y en casos muy severos, dificultad para respirar, pero lo habitual es que no provoque síntomas.
Los síntomas y signos del hipotiroidismo más frecuentes son cansancio, fatiga, sequedad de la piel, constipación, reglas irregulares, edema, intolerancia al frío, dolores musculares, caída del pelo, uñas quebradizas, edema alrededor de los ojos o de las piernas y dificultad para bajar de peso.
Los síntomas más frecuentes de hipertiroidismo son taquicardia o palpitaciones, temblor, sudoración, intolerancia al calor, baja de peso, nerviosismo, debilidad muscular, insomnio, polidefecación, aumento del apetito y también cambios en el ciclo menstrual.
¿Cómo se diagnostican?
El diagnóstico de bocio es clínico, se realiza con la observación y palpación del cuello. Para confirmar el diagnóstico y evaluar las características del bocio, se solicita una ecografía tiroidea y así se establece si es un bocio nodular o difuso.
El diagnóstico, tanto de hipotiroidismo como de hipertiroidismo, se basa en los síntomas y en el examen físico del paciente y se confirma solicitando pruebas tiroideas como TSH, T4 libre y T3.
¿Qué tratamientos deben seguir los pacientes?
Frente a un bocio, hay que evaluar la presencia de hipotiroidismo, hipertiroidismo y/o nódulos tiroideos y así dar el tratamiento que corresponde a cada uno de éstos. Si el bocio no está acompañado de estas otras patologías, no requiere tratamiento, salvo observación o cirugía en caso que el bocio sea muy grande y provoque síntomas compresivos en el cuello.
En el hipotiroidismo hay que administrar hormona tiroidea o levotiroxina en dosis progresiva de acuerdo a la edad y condición del paciente. Hay que enfatizar que en la gran mayoría de los pacientes este tratamiento con levotiroxina será para toda la vida y nunca deberá ser suspendido. El paciente deberá realizar controles periódicos con endocrinólogo dado que las dosis requeridas pueden ir variando en los distintos períodos de la vida.
En cuanto al hipertiroidismo, el tratamiento difiere según las causas que lo provoquen. Su adecuado y oportuno tratamiento es fundamental para evitar complicaciones especialmente cardiovasculares.