Varicela, rubéola, sarampión, escarlatina, exantema súbito, eritema infeccioso: controladas, pero no desaparecidas. ¿Cómo tratarlas?
Si bien los diferentes exantemas de la infancia -también conocidos como pestes - se caracterizan por ser contagiosas y afectar generalmente a los niños, los adultos también pueden padecerlas.
¿Recuerdas si tuviste sarampión u otra peste?, ¿sabes cuáles ha tenido tu hijo? Aquí te explicamos mejor cuáles son sus principales características y evolución:
Exantema súbito
También llamada roséola infantum, es la primera peste que afecta a los niños. Se presenta en casi todos los menores entre los 8 meses y los 2 años de edad y se produce por el virus herpes 6 o 7 (P6 o P7). “Es una enfermedad benigna de excelente pronóstico. Hay algunos niños en los que, a pesar de que se infectan, pasa inadvertida y sólo se traduce en un cuadro viral”, comenta el doctor Jacob Cohen, infectólogo infantil de Clínica Las Condes.
Dentro de sus características se destaca el que en los primeros cuatro días, hasta cinco, el niño presenta fiebre alta (38,5 o más), se le inflaman los ganglios detrás de las orejas, pero se encuentra en buen estado general. Luego desaparece la fiebre y aparece en forma súbita el exantema (manchas rosáceas propias de este cuadro) en todo el cuerpo. Dura alrededor de uno a dos días.
El hecho de que la fiebre desaparezca una vez que se presentan las pintas permite hacer un diagnóstico diferencial en primera instancia. De todas formas, siempre es necesario consultar al pediatra, para descartar otras patologías. En cuanto a su tratamiento, se recomiendan medidas generales para bajar la fiebre.
Varicela o peste cristal
Es producida por un virus llamado varicela zoster. Suele afectar de forma leve a niños pequeños, pero en adolescentes y adultos el cuadro se tiende a complicar con más fiebre y mayor número de lesiones en la piel. La infección comienza con manchas que tienen la forma de un punto rojo, como una picadura, que evolucionan y se van llenando de líquido (como una ampolla). Luego de 2 a 3 días estas se rompen, se secan y forman costras de color violáceo.
Durante todo el proceso -estimado en 10 días aproximadamente- estas lesiones pican mucho. Es importante que los niños se bañen a diario y está contraindicado aplicarles crema o polvos de talco. “Se recomienda tener especial cuidado en que los niños no se rasquen, para evitar la sobre infección con bacterias propias de la piel”, señala el especialista, y agrega: “Si bien es una enfermedad benigna en niños normales, en pacientes inmunosuprimidos o en quienes tienen enfermedades crónicas, usan corticoides o son normales pero menores de 2 años, la varicela se puede convertir en una enfermedad grave. Esos casos necesitan tratamiento específico antiviral y los niños son hospitalizados”.
Cuando un adolescente o un adulto se contagia con varicela, el curso de la enfermedad es más largo y más severo y puede desarrollar una neumonía. La complicación más común de la varicela es la infección de la piel por bacterias. También se puede complicar con encefalitis o neumonía viral o bacteriana.
Existe una vacuna específica para evitar la varicela pero aún no es considerada dentro del Plan Nacional de Vacunación. Es optativa, se coloca posterior al año de vida y se refuerza previo al ingreso a la educación preescolar con un intervalo mínimo de 3 meses entre cada dosis. Los mayores de 13 años y adultos que no la han padecido, deben recibir dos dosis separadas por 30 días.
Eritema infeccioso o enfermedad de la cachetada
Es producido por el parvovirus B19 que afecta a preescolares y escolares. Dentro de sus características hay un enrojecimiento de las mejillas y de las extremidades. Es acompañado de poca fiebre y de algún grado de decaimiento.
“El eritema infeccioso tiene la particularidad de que aparece y desaparece, para luego aparecer nuevamente. Con esto las mamás creen que la peste terminó y, al cabo de un día, los niños vuelven a pintarse”. Para su tratamiento se toman medidas generales en caso de fiebre y reposo.
Escarlatina
Se da en los niños mayores de 3 años y es la única peste que se produce por una bacteria (Streptococcus pyogenes) que es la misma que produce la amigdalitis. Se contagia por vía respiratoria y produce inflamación en la garganta. Desde ese sitio, esta bacteria produce una toxina que se manifiesta en la piel y que es lo que se conoce como escarlatina.
El período de incubación es de 1 a 6 días y los síntomas que se pueden presentar son fiebre, dolor de cabeza y dolor de garganta, seguidos de manchas en la piel que la dejan áspera (piel de gallina). En los pliegues de la piel, especialmente en axilas y codos, la erupción forma las clásicas manchas rojas –como quemaduras solares– que es el síntoma más evidente de la escarlatina. Al sexto día de la infección, la erupción comienza su involución, pero la piel afectada puede comenzar a descamarse. El tratamiento de esta peste, a diferencia de las anteriores, es con antibióticos y debido a esto no tiene mayores complicaciones.
Rubéola
Es causada por el virus rubéola que se transmite por vía respiratoria. Es altamente contagiosa en niños expuestos a otros afectados por esta patología, sobre todo si asisten a jardines infantiles o colegios.
Es una enfermedad que se puede presentar en forma muy leve, a veces con fiebre baja, y mínimo malestar en general. Las lesiones de la piel son tenues, manchitas rosadas generalizadas y ganglios inflamados en la región occipital (cervicales posteriores). También existen personas afectadas que no presentan los síntomas.
La gran complicación de la rubéola se presenta en mujeres que se contagian en el primer trimestre de embarazo. Ellas tienen riesgo de abortos y de que su hijo nazca con malformaciones o secuelas como microcefalia, sordera y retraso mental. Debido a esto es la gran importancia de la vacunación contra la rubéola (Tres vírica) ya que hoy es una peste muy poco común.
Sarampión
El sarampión es sumamente contagioso y por lo general se da con mucho decaimiento, ojos rojos, fiebre alta, congestión nasal, abundante lagrimeo y tos de intensidad variable. Esta peste se puede complicar en algunos pacientes y llegar a poner en riesgo su vida.
Se transmite a través de las gotas de saliva desde alguien enfermo a una persona susceptible. Su período de incubación es de 14 días y luego presenta síntomas como fiebre, tos, dolor corporal, sensibilidad a la luz, irritación de los ojos y comienzan a aparecer manchas en la cara y en el resto del cuerpo.
La erupción del sarampión tiene típicamente un aspecto parcheado y es de color rojizo; suele aparecer primero en la frente, extendiéndose posteriormente hacia abajo por toda la cara, el cuello y el resto del cuerpo hasta los brazos y los pies. Un signo característico del sarampión son las llamadas manchas de Koplik, de color rojo con la parte central blanca o azulada y que aparecen en el interior de la boca.
Otras pestes
Por último,existe un grupo de pestes o enfermedades exantemáticas que no corresponden a las pestes clásicas y que se manifiestan en niños durante o al finalizar una enfermedad viral. “Los enterovirus, los virus respiratorios y los virus de las familias herpéticas pueden producir exantemas que, muchas veces, son catalogados como ‘pestes’ por las madres de los afectados. Y si bien son parte de la evolución de esos virus, se han convertido en la causa más frecuente de consulta por pseudo pestes.