¿Qué dicen los estudios científicos sobre la homosexualidad?
17 de enero, 2018
·Adolescentes
Se han realizado investigaciones genéticas y psicológicas en las últimas décadas.
Existen varias teorías sobre los orígenes de la
orientación sexual, pero hoy día la mayoría de los científicos considera que es probablemente el resultado de una compleja interacción de factores ambientales, cognitivos y biológicos. Así lo señala la Asociación Americana de Psicología (APA), organización que explica que ser homosexual no es una enfermedad y en más de 35 años de investigaciones científicas, se ha podido demostrar que, de por sí, “no está relacionada con
trastornos mentales o problemas emocionales o sociales”.
Otros estudios sobre el tema, también han comprobado que no existen
cambios hormonales derivados de la homosexualidad, señala la doctora
María Verónica Mericq, endocrinóloga infantil de Clínica Las Condes.
¿Es hereditaria la homosexualidad?
“Estudios de pedigrí y gemelos indican que la homosexualidad tiene una herencia en ambos sexos. Sin embargo, la concordancia entre gemelos idénticos es baja y los estudios moleculares no han encontrado variantes genéticas patogénicas asociadas”, indica.
Recientemente se ha descrito que los efectos epigenéticos (modificaciones químicas del genoma humano que alteran la actividad génica sin cambiar la secuencia de ADN) pueden a veces influir en la orientación sexual, sostiene la especialista.
“Los investigadores estudiaron 37 parejas de gemelos idénticos masculinos que eran discordantes, lo que significa que uno era homo y el otro heterosexual; y 10 parejas que eran ambos homosexuales. Su búsqueda encontró cinco regiones del genoma donde el patrón de metilación aparece muy estrechamente vinculado a la orientación sexual. Un modelo que predijo la orientación sexual basada en estos patrones fue casi 70% de precisión dentro de este grupo”, indica.
Algunos estudios clínicos y epidemiológicos proporcionan evidencia que sugiere que los mecanismos endocrinos, genéticos y epigenéticos que actúan durante la vida pre o perinatal también podrían modular la orientación sexual humana. Sin embargo, continúa siendo materia de discusión.