Daniel Mutio es uruguayo, tiene 67 años y cuando tenía 54, sufrió un infarto y paro cardiorrespiratorio por 45 minutos, mientras jugaba rugby en Chile con su equipo de veteranos, algo que hacen todos los años.
“Yo ya venía de dos infartos en Uruguay y bueno, caí en el primer tiempo. Me sentí mal en la mitad del partido que se había puesto un poco complejo, ya que, aunque somos veteranos, se complica porque hay rivalidad. En una jugada en la que hice un esfuerzo muy grande para sacar una pelota y caí seco.
Empecé a sentirme mal, reconocí el síntoma porque lo conocía, así que en ese momento avisé que me salía, pero no di ni dos pasos y caí totalmente desmayado”, recuerda.
Amigo llamó a Clínica Las Condes
Afortunadamente, en el lugar había una ambulancia cerca, lo cual permitió que lo intubaran y que le realizaran masajes cardíacos para salvarle la vida. “Tuve la suerte que había algunos médicos que fueron jugadores de rugby, entonces me mantuvieron haciendo presión en el pecho al punto que me rompieron todas las costillas y eso duró mucho tiempo, casi 30 minutos en la cancha” señala Daniel.
Ante la emergencia, un amigo que se encontraba grabando el encuentro, llamó a Clínica Las Condes activando el protocolo de traslado en
helicóptero, el que llegó rápidamente hasta la comuna de Peñalolén, donde se encontraban jugando rugby.
“Realmente es una atención de lujo”
Una vez en que llegó a la clínica, Daniel fue atendido por el equipo de
Cardiología liderado por el doctor Carlos Caorsi, jefe de la unidad, y fue sometido a una angioplastia y reconstrucción de las arterias coronarias, con lo cual no fue necesario someterlo a una cirugía.
“La duda era si mi cerebro estaba liquidado, pero por suerte no tuve ninguna secuela”, señala Daniel, quien agrega que volvió a jugar y que está “
sano y salvo gracias a Carlos y a la rapidez con que llegó el helicóptero”.
Además, dijo que “la atención en Clínica Las Condes fue increíble, no lo digo solo yo, lo dice mi mujer también. Era como estar en tu casa”.
“Recomiendo Clínica Las Condes no solo porque me salvaron la vida, sino por el trato que tuve, que también es importante para la recuperación.
Realmente es una atención de lujo, 5 estrellas”, finaliza.