Ambas condiciones son señal de un problema en las arterias y se pueden prevenir.
El
dolor en el centro del pecho es una mala señal en cualquier caso y debe ser evaluada por un especialista. Detrás de él puede haber tanto una
angina de pecho como un
infarto, ambas señales de un problema en las arterias que requiere atención urgente.
El doctor
Fernando Pineda, cardiólogo de Clínica Las Condes, explica que a diferencia del infarto, la
angina sólo es un episodio de dolor que se desencadena al caminar, por ejemplo, o al hacer un esfuerzo mayor al habitual, pero que puede detenerse si la persona deja de hacer lo que estaba haciendo y descansa.
“La mayoría de las veces, la angina cede en cinco minutos. Si la molestia o dolor, disconfort o pesadez se prolonga más de 15 minutos podría ser un infarto al corazón”, indica el doctor Fernando Pineda.
Pero en el caso del
infarto el dolor es mucho más intenso y prolongado, a lo que se suma
sudoración profusa, falta de aire y sensación inminente de muerte. La angina es una sensación de dolor en el pecho, como si algo muy pesada se cargara en él, como describen los pacientes.
“Si tienes un dolor en el pecho, siempre es bueno consultar al Servicio de Urgencia, porque de esa forma el especialista va a poder realizar un
electrocardiograma, revisar si fue sólo angina o un cuadro más allá, como un preinfarto o un infarto. Eso requiere tratamiento oportuno, y en el caso del infarto, varios tratamientos hospitalizado”, señala.
Si el dolor se pasa rápido, de todas maneras la persona debe visitar a un
cardiólogo para hacer los estudios necesarios y, así, determinar en qué momento se desencadena y qué tratamiento médico necesita.
Cabe mencionar que muchas veces es necesario cambiar el estilo de vida. Por ejemplo, si tienes diabetes, controlarla y hacer la dieta 0 azúcar, además de hacer actividad física, dejar de fumar y controlar la hipertensión, que son parte de los factores de riesgo de la angina de pecho.