Si se extirpa total o parcialmente, depende de cada caso en forma específica.
La cirugía que extirpa la tiroides se llama
tiroidectomía y, según indica el
doctor Luis Inzunza, cirujano de Cabeza y Cuello de Clínica Las Condes en Estoril y en el Centro Médico de Peñalolén, “se trata de una intervención que se realiza bajo modalidad de hospitalización, que habitualmente es en promedio de dos días, aunque con frecuencia los pacientes que no presentan otras patologías y que evolucionan favorablemente, se pueden ir de alta al día siguiente a la intervención”.
La tiroidectomía, se debe realizar con
anestesia general. ¿La razón? La región cervical, dice el especialista, presenta una gran concentración de estructuras nobles, como arterias, venas, nervios o glándulas paratiroides.
“Estas estructuras se deben disecar cuidadosamente a fin de evitar posibles complicaciones, y para lo cual el paciente debe permanecer dormido y en una determinada posición. Es decir, si el paciente está solo bajo anestesia local o una sedación, no se podría realizar”, agrega el especialista.
“En general, produce muy poco dolor, y el paciente habitualmente al primer día de operado ya puede alimentarse y deambular sin problemas”, indica el doctor Inzunza.
Si la tiroidectomía es total o parcial dependerá de cada caso en particular. La mayoría de las veces, en especial si se trata de
cáncer de tiroides, la recomendación es extirpar la glándula en forma completa a través de una tiroidectomía total. “Esto, porque muchas veces se trata de una enfermedad multifocal en donde además del tumor principal pueden existir otros focos de tumor en el resto de la glándula y que sólo se hacen evidentes después de realizar el estudio de biopsia de la totalidad de la glándula.”, señala el cirujano de Cabeza y Cuello.
En estos casos específicos, dejar un segmento de la glándula tiroides no aportará mayor beneficio, y puede incluso entorpecer el seguimiento a largo plazo con exámenes de laboratorio e imágenes.
Cuando la cirugía es realizada por cirujanos especializados, las complicaciones de una tiroidectomía total son equivalentes a las de una tiroidectomía parcial. “Sin embargo, en casos seleccionados de pacientes con enfermedad nodular benigna de tiroides puede ser suficiente una lobectomía (resección de la mitad de la tiroides)”, indica el especialista.