El 80% de las heridas en niños se producen en casa
28 de febrero, 2018
·Niños
Caídas y golpes con bordes de muebles o en el piso están entre las más comunes en los más pequeños.
Las heridas en la edad pediátrica representan aproximadamente el 60% de las consultas de urgencia, señala el doctor David Ferj, cirujano pediátrico de Clínica Las Condes. Éstas van desde la erosión simple hasta heridas complejas y pueden comprometer cualquier zona del cuerpo, agrega.
El 80% de las heridas en niños se producen dentro del hogar, mientras el 20% restante, fuera de este, especialmente en el colegio. “Esta relación se invierte cuando el niño crece y tiene más actividades fuera de la casa”, indica el cirujano.
Heridas más frecuentes en niños
Existe una tendencia de acuerdo a la edad en que se produce. “En los niños menores de 2 a 3 años, presentan mayor frecuencia las heridas de cara relacionadas a caídas y golpes con bordes de muebles o el piso, como heridas contusas de la frente, cejas o mentón”, señala el doctor.
Sin embargo, a medida que crecen se ven heridas en relación a las actividades deportivas escolares o extra escolares, heridas contusas de extremidades superiores o inferiores, heridas cortantes por manipulación de elementos cortantes, heridas erosivas caídas de bicicleta o en deportes, etc.
Además, son importantes las mordeduras animales, especialmente perros. “Se puede ver que en niños pequeños la zona más expuesta es la cabeza y la cara, mientras que los niños mayores, por altura, presentan lesiones de extremidades y tronco”, dice.
De acuerdo al especialista, más que indicar qué elementos debemos tener en casa para las heridas, es necesario saber qué hacer ante una. “Ante un niño que sufre una herida, lo primero es mantener la calma, a pesar de la sangre o escenario que se presente. Posteriormente, es alejarlo de la causa o daño y sitio del accidente, otorgándole seguridad y acompañamiento”, señala.
Para evaluar el tipo de herida se recomienda lavarla con agua potable, corriendo, para sacar cuerpos extraños, tierra o la sangre, secar y no colocar ningún antiséptico que, por lo general, provoca más dolor al niño. Posteriormente, cubrir la herida, con una compresión leve en el caso de sangramiento activo, con un paño limpio y seco o pañuelo limpio.
La decisión de acudir a un servicio de urgencia depende de su profundidad, el riesgo de infección y el sangrado, aunque siempre es oportuno que toda herida sea evaluada, para una mejor evolución y resultado de cicatriz.