Los riesgos de no controlar la glicemia en los niños con diabetes
27 de octubre, 2016
·Adolescentes
Los pacientes más pequeños son más frágiles, de ahí la importancia de mantener controlada la diabetes tipo I.
La diabetes tipo I o insulino-dependiente es una enfermedad autoinmune en la que la persona tiene una predisposición genética a desarrollar la enfermedad, que al asociarse a un factor ambiental (no conocido) comienza a producir autoanticuerpos que inducen a la destrucción de las células Beta del páncreas, responsables de la producción de
insulina.
Este tipo de diabetes
aparece a cualquier edad, la mayoría en la edad escolar y adolescencia, aunque cada vez se ven pacientes más pequeños.
El doctor
Patricio Romero, endocrinólogo infantil de Clínica Las Condes, indica que
el no controlar la glicemia en pacientes con diabetes puede llevar a que desarrollen una cetoacidosis diabética, una condición grave en donde, por falta de insulina, se acumulan sustancias ácidas en la sangre, se produce una deshidratación severa, con compromiso de conciencia, llegando a ser de riesgo vital de no consultar en forma precoz, explica.
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Los niños son más lábiles que los adultos y efectivamente es más riesgoso, sobre todo en los más pequeños. Éstos también, como consecuencia del mismo manejo de insulina, tienen más riesgo de presentar hipoglicemia, que es el azúcar bajo en la sangre, que puede llevar a compromiso neurológico incluso con convulsiones y secuelas a futuro”, sostiene el especialista.
A largo plazo, el mal manejo de los pacientes puede tener como consecuencias el desarrollo de complicaciones crónicas, como insuficiencia renal y retinopatía, entre otros.