Descubre la importancia de una correcta hidratación y cómo obtener la cantidad de agua necesaria de distintas fuentes de alimentos.
El
agua es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. De hecho, es el
principal componente del cuerpo y representa aproximadamente entre el
50% al 70% del peso corporal. “El
agua tiene múltiples funciones en nuestro cuerpo, como mantener un volumen adecuado de sangre circulante, mantener la función de los riñones, regular la
temperatura corporal, permitir la distribución de nutrientes, mantener una buena digestión, etc.”, comenta el
equipo de nutrición de CLC.
Así como el organismo necesita
agua para funcionar, también la elimina a través de la
respiración,
sudoración, por la
orina y en las
deposiciones. Por lo tanto, es importante suministrar una cantidad adecuada de líquidos a través de diversas fuentes, sobre todo en la época de
calor. “En el verano, hay mayores pérdidas de humedad a través de la piel, la cual no siempre está asociada al
sudor evidente o visible, por lo que no es un buen indicador de pérdida de agua. Incluso "sudamos" mientras estamos nadando en el agua”, indican los especialistas.
Si una persona no ingiere suficiente líquido, esto puede traer diversas consecuencias a la salud, ya que la
deshidratación impide al organismo realizar sus funciones esenciales, llegando a producir
mareos,
dolor de cabeza,
taquicardia,
mala digestión,
infecciones urinarias,
dolores articulares y
calambres musculares, entre otros.
Fuentes de hidratación
Para evitar la deshidratación, la ingesta diaria de agua recomendada es entre 2.000 y 2.500 cc. que equivalen a 8 vasos.
Las fuentes de
hidratación pueden ser tanto líquidos como
sólidos, ya que también hay
alimentos que aportan gran cantidad de
agua. “las principales fuentes son el agua, los jugos de frutas y líquidos en general incluido los caldos y las
frutas altas en agua como los melones, sandía, duraznos, que pueden contener hasta más de un 80% de agua”, agregan.
El consumo de agua se puede ajustar a las diferentes épocas del año, por ejemplo, en invierno se pueden consumir
líquidos calientes como sopas, caldos e
infusiones y en verano
líquidos fríos. Se recomienda evitar las bebidas altas en azúcar y también aquellas que contengan cafeína, como el café, té y bebidas energéticas, debido a que pueden activar la pérdida de agua a nivel
renal.
Consejos para mantenerse hidratado
- Tomar agua al despertar.
- Mantener una ingesta de líquidos calientes en invierno y fríos en verano.
- Beber agua entre comidas.
- En el almuerzo y cena integrar una ensalada o sopa de verduras como primer plato.
- Consumir al menos 2 frutas diarias.
- Tomar líquidos antes de sentir sed (porque la sed una señal de que está deshidratado).
Aprende a reconocer los síntomas de la deshidratación
La
deshidratación se produce cuando el líquido del organismo que se pierde y no hay una reposición de fluidos para llevar a cabo sus funciones de forma normal. Esto puede ocurrir por diversas causas, por ejemplo, por no beber suficiente
agua en el día o por realizar actividad física sin ingerir agua. En otros casos, puede producirse deshidratación a causa de
vómitos o diarrea intensa.
Los síntomas de la
deshidratación pueden ser diferentes entre adultos y niños, en estos últimos, esta afección es especialmente peligrosa.
Síntomas en adultos:
- Sed excesiva.
- Orinar con menor frecuencia.
- Orina de color oscuro.
- Fatiga.
- Mareos.
- Confusión.
Síntomas en niños:
- Boca y lengua secas.
- Llanto sin lágrimas.
- No orinar o mojar los pañales durante varias horas.
- Ojos y mejillas hundidos.
- Irritabilidad.
¿Sabías qué?
La deshidratación grave es una emergencia que puede poner en peligro la vida de quién la padece, por lo tanto, si se reconocen los síntomas antes descritos junto con pérdida de conciencia o con extrema somnolencia, se debe consultar inmediatamente al servicio de Urgencias más cercano.