Este tipo de constipación puede afectar hasta al 30% de la población infantil. Conoce más sobre sus causas y cómo poder tratarlo de forma efectiva.
El
estreñimiento se define como la dificultad para vaciar de forma completa, habitual y óptima el contenido fecal que almacena el recto. Esta afección se caracteriza como
disminución en la frecuencia de las evacuaciones, con heces duras, aumentadas de tamaño y consistencia que en algunas ocasiones pueden generar dolor durante la evacuación.
El
doctor Juan Ignacio Juanet, gastroenterólogo pediátrico de CLC comenta que en la infancia existen
dos tipos de estreñimiento,
orgánico y
funcional. “En los de tipo orgánico, hablamos de la existencia de alguna enfermedad que está produciendo esta
constipación, los cuales corresponden aproximadamente al 5 y 10% de los casos. Por otro lado, el
estreñimiento funcional no tiene una causa anatómica, ni hay nada alterado en el intestino, por lo tanto, no hay algo que esté explicando la constipación y constituye entre el 90 y 95% de los casos”.
¿Cuál es la causa de el estreñimiento funcional?
El
estreñimiento funcional se produce cuando las heces permanecen en el colon por mucho tiempo. El
colon comienza a absorber demasiada agua, dejando las heces secas, duras y comienzan a aumentar su tamaño debido a que van llegando nuevas heces que se van acumulando y no son evacuadas. Según el
gastroenterólogo infantil, entre las causas más comunes de esta afección se atribuyen a algún evento traumático, por ejemplo, que implicó dolor en la evacuación. “En este sentido, hay que prestar atención a la actitud del niño, ya que la decisión voluntaria de ignorar o contener las ganas de defecar puede transformarse velozmente en un hábito involuntario difícil de cambiar”.
También ocurre en periodos específicos de la infancia. Por ejemplo, en la transición de la
lactancia exclusiva hacia la
alimentación complementaria, cuando dejan el pañal y comienzan a usar el baño, en donde tienen que aprender el
control de esfínter o aparecer cuando los niños comienzan a ir a la sala cuna, jardín o colegio.
Causas más comunes
Entre las causas más frecuentes de estreñimiento funcional se pueden identificar:
- Trauma causado por dolor al defecar.
- Cambios en la alimentación.
- Sangre en las deposiciones.
- Dietas bajas en fibra.
- Ignorar las ganas de ir al baño.
- Cambios en las rutinas del niño, por ejemplo, comienzo de clases.
¿A qué señales debemos estar atentos?
- Cambios en la frecuencia de las evacuaciones. Si estas se reducen a menos de tres a la semana.
- Manchas de líquido o heces en la ropa interior del niño.
- Movimientos que sugieran que hay incomodidad en la evacuación, como retorcerse, mover su cuerpo en diferentes posiciones o se escondan para defecar.
- Si se observa una baja de peso o desnutrición.
- Inflamación y dolor en el abdomen.
Estreñimiento orgánico
En este contexto, los padres deben consultar inmediatamente al
gastroenterólogo infantil ya que si además de observar la constipación dentro de los primeres meses de vida, hay que estar atentos a diferentes síntomas, tales como
retraso en el crecimiento,
distensión abdominal severa, posición anormal del ano o
ausencia del reflejo anal. “Todas estas señales nos hacen pensar en la
enfermedad de Hirschsprung, que es una alteración en algún nivel del recto que no tiene células nerviosas”. Como resultado de la falta de células nerviosas en los músculos del colon de la guagua, no existe estimulación en los músculos intestinales para ayudar a mover el contenido por el colon, este puede acumularse y provocar una obstrucción en el intestino.
Tratamiento
El estreñimiento funcional debe combinar una serie de medidas para su tratamiento:
Modificaciones en los hábitos: se debe fomentar en el niño la
evacuación intestinal, por ejemplo, que vaya a sentarse al baño luego de las comidas. También educarlo en que no se debe aguantar si siente ganas de defecar.
Medidas dietéticas: Hay que incorporar más
fibra a la dieta, que se obtiene principalmente a través de frutas,
verduras, legumbres y granos. También se debe incrementar la ingesta de agua, así como también reducir el consumo de ciertos alimentos que provocan constipación, tales como carbohidratos queso,
comida rápida, chocolate, plátano y zanahoria.
Medicamentos: En el caso del
estreñimiento funcional, el doctor puede recetar un
laxante osmótico que permite que el agua llegue hasta las heces, ablandándolas y permitiendo que puedan ser evacuadas. El niño al sentir cada vez menos dolor al defecar irá superando el trauma de esta acción.
Consejos para prevenir el estreñimiento en niños:
- Ofrecer y fomentar el consumo de alimentos ricos en fibra.
- Beber más líquidos.
- Realizar actividad física.
- Hacer rutinas para ir al baño,
- Enseñar a que no ignoren las ganas de ir al baño:
- Ser comprensivos.
- Revisar los medicamentos, porque algunos pueden causar estreñimiento.