Trastorno tiene tratamiento, dependiendo de la etapa en que se encuentra.
La
endometriosis es una enfermedad habitualmente tiene un comportamiento progresivo, suele presentarse como
dismenorrea (dolor durante la regla) y dolor pelviano crónico (que no tiene relación con la menstruación), y es una causa frecuente de infertilidad.
El
doctor Gonzalo Duque, ginecólogo y jefe de la
Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Las Condes explica que se debe sospechar ante síntomas como el dolor menstrual progresivo, dolor pelviano crónico,
dolor para tener relaciones sexuales (dispareunia) y dolor o malestar para defecar (disqueccia). “Junto a un estudio de imágenes sugerentes, la confirmación diagnóstica se realiza por
laparoscopia con biopsia (estudio realizado a través del ombligo con aparato óptico)”, señala el especialista.
Este procedimiento, además de permitir realizar el diagnóstico y cuantificar su estadio, ayuda a planificar el mejor tratamiento, que suele ser quirúrgico, resecando todas las lesiones endometriosicas, indica el doctor Duque.“En algunos casos, habitualmente leves o moderados, se puede realizar tratamiento con medicamentos que ayudan a atrofiar los focos de endometriosis. Se pueden utilizar análogos de GnRH, progestinas y anticonceptivos”, explica.
Cirugía de endometriosis
La
cirugía de endometriosis se realiza por laparoscopía y dependerá del tipo, extensión y severidad de la enfermedad. “En la endometriosis superficial se realiza resección de los implantes y/o fulguración. En los casos que afecta el ovario se realiza la resección de los quistes endometriósicos del ovario. Para pacientes con infiltración profunda se realiza una resección profunda de la enfermedad resecando los ligamentos por donde llega parte de la inervación del útero”, dice.
En caso más severos se puede requerir una resección parcial de otros órganos incluyendo el intestino, la vejiga y el apéndice.
Luego de tratada la endometriosis, que un embarazo se produzca dependerá del tipo de endometriosis, de la severidad y grado de daño de los órganos genitales. “Aquellos casos superficiales tienen una alta probabilidad de embarazo en los 12 meses siguientes después de la cirugía cercana al 85%, los casos ováricos y de infiltración profunda alcanzan tasas de embarazo cercanas al 50-60%”, explica.
Los casos muy severos pueden requerir técnicas de alta complejidad como la
fertilización in vitro. La probabilidad de éxito en estos casos depende fundamentalmente de la edad de la paciente y de la reserva ovárica (cantidad y calidad de óvulos que tenga la paciente).