El test de orina es sólo una de las pruebas que se indican.
Lo que más desea una pareja que está realizando un
tratamiento de fertilidad es ver las dos líneas que indican “positivo” en el
test de embarazo. Pero esta es sólo una de las pruebas que deben pasar antes de conocer sobre la viabilidad de ese embarazo.
La
doctora Adela Camus, especialista en
Medicina Reproductiva de Clínica Las Condes, explica que una cosa es hacer un diagnóstico de embarazo y otra, es saber si está “bien” embarazada.
“Las
pruebas de orina, son bastantes efectivas porque hay pocos falsos positivos, pero este tipo de pruebas sólo dice si está o no embarazada según exista o no presencia de la
hormona gonadotropina coriónica. Tras este
test de diagnóstico rápido se indica un examen de sangre que entrega el valor de la cantidad de la hormona y eso permite hacer una correlación sobre las semanas de gestación”, indica la especialista.
Al principio de la gestación se considera normal que el valor de la hormona al menos se duplique en 48 horas, lo que demuestra que el embarazo va bien.
Sin embargo, el examen que dice si el embarazo va bien es la
ecografía. “La
ecografía es evolutiva. La primera se indica a las cinco semanas de embarazo, recién entonces se ve un pequeño saco. A la sexta semana de embarazo, se ve el saco, el embrión y se escuchan sus latidos. Recién entonces se puede saber sobre cómo está el embarazo”, dice la doctora Camus.
La especialista reconoce que hay
mucha ansiedad en este período y que no son pocas las parejas que quieren realizarse una ecografía apenas se enteran del embarazo, pero en las primeras semanas no se ve nada en imágenes.
“La ansiedad no se pasa durante un largo tiempo. Han esperado mucho el embarazo y tienen que saber sobrellevarla. Por lo general, y aunque la guagua se mueve desde mucho antes, recién a las 20 semanas, cuando la mamá empieza a sentir claramente esos
movimientos, se reduce un poco esta ansiedad porque al sentirla, se sienten un poco más tranquilas”, reconoce la doctora Camus.
Esperanza y ansiedad durante tratamiento de fertilidad
En el último tiempo ha aumentado el número de parejas que llega a la consulta de médicos
especialistas en fertilidad, principalmente porque las mujeres están
retrasando su maternidad y a mayor edad, hay una disminución de la reserva ovárica asociada a la edad.
A ello, la doctora Adela Camus señala que quienes consultan, muchas veces llegan con la esperanza de que les digan que se puede esperar un poco más de tiempo para lograr un embarazo en forma natural, pero lamentablemente no reciben esa respuesta y, en el fondo, saben que algo ocurre y que necesitarán ayuda.
“Un temor importante está relacionado con la edad. Las mujeres están más conscientes que los hombres sobre las dificultades que tiene
embarazarse a mayor edad. Saben que, si tienen
más de 35 años, puede ser un poco más complejo lograr un embarazo y tienen ese temor cuando llegan a la consulta”, dice la especialista.
Otras mujeres llegan con el miedo de que nunca podrán tener hijos, pero este es un temor más irracional, dice la doctora Camus, porque son pocas las parejas que finalmente no lograrán embarazarse con alguna de las diferentes técnicas disponibles en la actualidad.
Una vez que inician el tratamiento y hasta después del embarazo, el sentimiento que predomina es el de la
ansiedad. “En Clínica Las Condes contamos con
apoyo psicológico para estas pacientes porque muchas veces sienten mucha ansiedad propia, pero también la que agregan familiares y amigos. Cuando no consiguen embarazarse, muchas personas comienzan a dar recomendaciones, a dar ideas. La frase más frecuente es ‘relájate’. En esos casos, yo les recomiendo a mis pacientes que, con mucho cariño, les digan a las demás personas que se mantengan un poco al margen del proceso”.
Reconociendo que es una opción y decisión personal, la especialista dice que algunas parejas cuentan que están esperando una guagua a los tres meses, otras prefieren contar inmediatamente.
“
No hay receta. El embarazo se vive de una manera muy personal. Yo les recomiendo esperar un poco a que en la ecografía se vea el embrión con su corazón latiendo, pero se debe hacer lo que se sienta más cómodo”, advierte la especialista