Conoce más de esta patología, que afecta principalmente a niños menores de 5 años, su causa, síntomas y tratamientos, en el siguiente artículo.
La
enfermedad manos, pies y boca es una
enfermedad contagiosa, en general de curso benigno, y que se presenta con mayor frecuencia en
niños menores de cinco años. Es causada por el virus
Coxsackie, un
enterovirus que puede infectar el tracto digestivo de los seres humanos. Se transmite de persona a persona a través del contacto con secreciones respiratorias y/o deposiciones.
En días de calor, antes de la llegada del verano, se han presentado algunos casos en jardines infantiles y salas cunas. Para conocer más de esta patología, el
doctor Juan Pablo Torres, pediatra infectólogo de CLC, comenta sus
causas, síntomas y tratamientos.
¿Qué es el virus boca, mano y pies?
Su nombre se debe a las
lesiones que aparecen en la boca, junto a erupciones o
manchas más bien puntiformes rojas en manos, pies y algunas veces alrededor de la
región genital o anal.
La enfermedad manos, pies y boca es de curso benigno y muy
frecuente en niños pequeños, aunque sí pueden contraerla niños mayores y adultos. Se presenta en ciertas épocas del año, siendo la
primavera donde más contagios se registran y más en niños que asisten a escuelas o jardines infantiles.
Síntomas del virus boca, mano, pie
“Los síntomas que pueden manifestarse son
similares a un cuadro gripal. El virus puede estar presente en las secreciones respiratorias o deposiciones. Su tiempo de incubación es aproximadamente de 3 a 4 días. Sin embargo, el desarrollo de la enfermedad puede durar de 5 a 10 días”, señala el doctor Torres.
Entre los
síntomas más comunes están:
- Fiebre.
- Sensación de malestar general.
- Lesiones en la mucosa de la boca, como erupciones o aftas.
- Manchas rojas en la piel.
- Molestias gastrointestinales.
- Falta de apetito.
Tratamiento
Hoy no existe una vacuna o tratamiento específico, por lo que una vez se tiene el diagnóstico, es importante que el paciente descanse y se controlen los síntomas, como la fiebre.
“Frente a la aparición de síntomas y ante la preocupación de los padres, es importante hacer una evaluación con un pediatra. En la mayoría de los casos no requiere exámenes, basta con la evaluación clínica y la observación de estos síntomas y un tratamiento para atenuarlos. Es importante ser cuidadoso y evitar el contacto con el niño para evitar el contagio”, explica el infectólogo infantil.
Cuidados y prevención
Como el virus puede estar presente en secreciones respiratorias y deposiciones, el especialista recomienda tener cautela y evitar en lo posible el contacto directo con el niño enfermo, ya que eventualmente podría afectar a otros menores y a adultos.
Ante esto se recomienda:
- Tener un buen manejo de los pañales en la casa y jardines infantiles.
- Botarlos adecuadamente, es decir en una bolsa y que vayan directamente al basurero.
- Lavado de manos riguroso después de tocar a los niños o superficies que puedan estar infectadas
- Tener precaución con el contacto de secreciones respiratorias.
- Dejar al niño en casa si está enfermo para evitar el contagio de otros niños.