La nutricionista Daniela Ghiardo, del Centro de Nutrición y Enfermedades Metabólicas de Clínica Las Condes, explica los errores en torno a la alimentación.
No mezclar carbohidratos y proteínas.
Falso: Este mito surgió después de la antidieta, sin embargo, estos nutrientes se pueden mezclar y bajar de peso, lo que hay que hacer es calcular la cantidad requerida para cada persona.
Mientras menos se come más se baja de peso.
Falso: Estudios han demostrado que mientras más veces en el día la persona se alimente (desayuno, merienda, almuerzo, once y cena) bajan mejor, ya que contribuye a mejorar el metabolismo y a mejorar el nivel de saciedad.
Para bajar de peso no hay que comer carnes.
Falso: Se ha comprobado que para producir saciedad y mejorar la tasa metabólica en un paciente a dieta, se debe consumir una suficiente cantidad de proteínas e
incorporar carnes de bajo contenido graso, como asiento, filete o posta. La idea es hacer una dieta variada e incluir además pescados y carnes de ave.
Para bajar de peso hay que dejar de comer pan al desayuno.
Falso. Se ha comprobado que para bajar de peso
hay que consumir un desayuno completo, que aporte carbohidratos a través del pan u otros cereales bajos en grasa y altos en fibra. Lo que hay que hacer es elegir los hechos con masas bajas en grasas. Un buen desayuno mejora el rendimiento laboral y escolar y facilita la adherencia a planes bajos en calorías en el resto del día.
Hay que preferir el pan blanco, frente al integral, ya que el primero tiene menos calorías.
Falso. Aunque el pan blanco también puede ser incorporado a la dieta (si es bajo en grasa), es preferible que los panes sean ricos en fibras, para aumentar la saciedad y aprovechar los beneficios de la fibra en relación a la digestión, y sus efectos sobre la absorción de grasas, colesterol y azúcares. Aunque estos tengan más calorías por rebanada.
Para bajar de peso hay que hacer dietas muy estrictas y poder así bajar rápido.
Falso. Las dietas de moda, muy estrictas y con aportes menores que 800 calorías diarias, suelen ser efectivas los primeros días en baja de peso, pero son poco saludables, ya que son insuficientes en nutrientes, no tienen buena adherencia en el tiempo, están asociadas a pérdida de masa muscular y suelen producir rebote en el peso una vez que uno las abandona.
No cenar después de la 20.00 horas favorece la baja de peso.
Falso. Saltarse la última comida del día, porque ya pasaron las 20.00 horas es un error, ya que generalmente lo reemplazan por un alimento que no cubre las necesidades, como una fruta o un pan, y se corre el riesgo de que unas horas más tarde, la sensación de apetito sea mayor y se consuman alimentos como galletas y snacks que habitualmente tienen alto contenido de calorías. Es preferible sentarse a comer algo liviano, aunque sea tarde y así evitar el hambre y picoteos nocturnos.
