Hay distintas opciones, dependiendo de los kilos que el paciente deba perder.
El
Índice de Masa Corporal (IMC) es el sistema más simple para saber si una persona está con peso normal, sobrepeso u obesidad, un cálculo que se realiza dividiendo el peso por la estatura en metros al cuadrado.
Cuando es entre 18 y 25 se habla de peso normal, pero sobre 25 y hasta 30 de IMC se trata de
sobrepeso, con lo que pueden desarrollarse enfermedades, como la
diabetes y la
hipertensión, que terminan disminuyendo la expectativa y calidad de vida.
El doctor
Camilo Boza, cirujano jefe Centro de Nutrición y Bariátrica CLC, explica que, a pesar de todos los esfuerzos que se hagan, en personas con mucho obesidad severa o mórbida, el mejor tratamiento es una
cirugía bariátrica. “Es el único tratamiento efectivo a largo plazo”, sostiene.
¿Cuáles son las alternativas?
Vía endoscópica: como el balón intragástrico y la
gastroplastía endoscópica se realizan de esa forma y permiten bajar 15 a 20 kilos. Esta última es una de las técnicas más nuevas y menos invasivas, sin incisiones y de rápida recuperación. Ambas en casos en que la obesidad no es tan severa.
Manga gástrica: representa el 80% de las cirugías. Con ella se puede bajar de 20 a 40 kilos, pues se remueve la porción del estómago que produce la hormona del apetito (ghrelina).
Bypass gástrico: Es la opción más invasiva, pero con ella se puede 50 a 60 kilos, dependiendo de la obesidad del paciente. Disminuye la cantidad de comida que se puede comer de una vez, pues reduce el tamaño del estómago.
Estas técnicas, señala es especialista, han demostrado tener
mejores resultados que los tratamientos con medicamentos, con una tasa de éxito sobre 80%. Con todo, de todas maneras, hay casos en que no se obtiene buenos resultados o en que es necesario volver a revisar una nueva cirugía años después (cirugía revisional).