La pandemia de Covid-19 que estamos viviendo desde el año pasado ha revelado varios problemas de salud que afectan a las personas.
Uno de ellos son las afecciones visuales que en el encierro y frente al
uso de pantallas de celulares, computadores y tablets se han hecho más evidentes.
De hecho, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea que próximamente el planeta podría sufrir una epidemia de
miopía debido a los malos hábitos adoptados en este mundo cada vez más tecnologizado.
El
Jefe de Oftalmología de
Clínica Las Condes, el
doctor Mauricio Cabezas, reconoce que desde agosto del año pasado hasta ahora ha habido un gran aumento de consultas relacionadas con problemas visuales y principalmente, con el teletrabajo y el uso excesivo de pantallas.
Tanto así, que pese a que no todos los problemas visuales se resuelven con anteojos, como cree la mayoría de las personas, lo cierto es que sí existirá un aumento en el uso de lentes.
La pantalla de los computadores es una de las principales responsables de las consultas que están recibiendo los oftalmólogos.
“Cuando usas computador y estás mucho rato pegado a las pantallas se producen algunos problemas que nosotros llamamos el Síndrome Visual Informático”, indica el especialista.
¿Conoces sus síntomas? Revisa con atención:
- Sensación de ojo seco o cansado
- Molestias visuales
- Dificultades para enfocar la visión (visión borrosa sobre todo al final de la jornada)
- Irritación ocular
- Ardor ocular
- Ojo enrojecido
- Dolor de cabeza
- Sensibilidad a la luz
- Dolor de cuello y hombros
Muchas de las personas que llegan a la consulta piden lentes para solucionar estos problemas, dice el doctor Cabezas, pero la solución podría no ser esa. “No todos los problemas a la vista se solucionan con anteojos. Por eso siempre, la recomendación es ir al oftalmólogo para que evalúe la situación”, indica el especialista.
¿Por qué se produce? La principal razón, dice el doctor Cabezas es la disminución del parpadeo. Cuando estamos frente a la pantalla, el ojo se tiende a secar porque no parpadeamos lo necesario y tendemos a dejar vista fija.
La recomendación, entonces, es utilizar lágrimas artificiales sin preservantes. En ningún caso utilizar gotas para los ojos rojos porque no funcionan bien. Tampoco sirven los lentes con filtros azules que se promocionan para el trabajo frente a las pantallas.