¿La hipertensión se hereda?
08 de septiembre, 2016
·Tratamiento y Recuperación
Factores ambientales pueden prevenir la aparición de la “enfermedad silenciosa”.
El corazón es un músculo y en cada latido se contrae empujando la sangre para hacer hacerla circular. Cuando la empuja, la sangre pasa al sistema circulatorio y las arterias reciben este impulso con fuerza, pero al ser “elásticas”, amortiguan de alguna manera este impulso.
Si las arterias comienzan a volverse más rígidas, más estrechas, entonces la presión al interior de las arterias sube. Esa es la
hipertensión arterial.
A nivel mundial se considera que
cuando la presión al interior de las arterias sobrepasa los l40/90 hay riesgo para la mayoría de las personas. La hipertensión se asocia con enfermedades cardiovasculares, infartos cerebrales e insuficiencia renal.
¿Se puede heredar esta condición?
El
doctor Rodrigo Altamirano,
cardiólogo de Clínica Las Condes, cuenta que la
hipertensión arterial primaria (antes llamada esencial) “
es una condición que es resultado de la interacción de múltiples factores genéticos y ambientales”.
“Los estudios familiares en gemelos reportan que la heredabilidad de la hipertensión varía entre un 30 y 50 %. Además, la
hipertensión arterial es hasta 2.4 veces más frecuente en pacientes cuyos padres son hipertensos”, indica el especialista.
¿Cuánto influyen los genes en la hipertensión?
El doctor Altamirano recalca que
los factores genéticos son sólo una parte del problema. “Múltiples estudios epidemiológicos sugieren que el
aporte de los genes (en la variabilidad de la presión arterial)
es aproximadamente un 30%. Un paciente con antecedentes familiares de hipertensión tiene más riesgo de presentar la enfermedad, pero los
factores ambientales tienen un rol importante en esta enfermedad y es en éstos donde se pueden implementar medidas de prevención”, comenta el cardiólogo.
Para
prevenir la hipertensión es fundamental
llevar un estilo de vida saludable,
mantener un peso adecuado,
realizar actividad física,
no fumar y
evitar el alcohol.
Reducir el consumo de sodio en la dieta (sal) y mantener una ingesta adecuada de potasio también ayudan prevenir su aparición.