La segunda causa es pacientes con dependencia al alcohol o drogas.
En todo el mundo, el primer motivo de
trasplante hepático es la obesidad. Esta enfermedad es la principal causante de una condición conocida como
hígado graso no alcohólico (esteatohepatitis no alcohólica) que puede desencadenar una cirrosis.
“Hoy en día la causa más extendida de trasplante de hígado es la obesidad. El alcohol es la segunda causa de trasplante en todo el mundo”, dice el
doctor Erwin Buckel, jefe del Centro de Trasplantes de Clínica las Condes.
En ambos casos, estos pacientes llegan a necesitar un trasplante producto de una situación autoinferida y autoinfligida, pero no por eso se dejan de trasplantar. En el caso de obesidad, “estos pacientes entran con ciertos criterios a la lista de trasplantes porque no se puede esperar a que estén en un peso óptimo para trasplantarlos, sin embargo, se requiere de un equipo multidisciplinario que los apoye en todo momento”, explica el doctor.
Por otro lado, el cirujano agrega que “los trasplantes son un recurso escaso, que no alcanza para todos. Uno tiene la responsabilidad de asegurar que sean distribuidos en justicia a todos los pacientes que tienen una buena oportunidad de sobrevida”, recalca.
En este sentido, el especialista dice que ante los ojos de una persona inexperta podrían existir ciertos sesgos o discriminación, sin embargo, los trasplantes en estos pacientes tienen ciertos criterios que son específicos.
“El paciente que es
fumador y hace una insuficiencia respiratoria hoy es candidato a
trasplante de pulmón en cualquier parte del mundo, aunque sea fumador. Obviamente no puede llegar con el cigarrillo encendido a pabellón, se le va a exigir un tiempo de abstinencia, una adherencia a un tratamiento que haga que su dependencia no exista y que el riesgo de su dependencia al tabaquismo sea lo más bajo posible”, explica el doctor Buckel.
Lo mismo corre para aquellos pacientes que tienen dependencia al
alcohol y las drogas, pues requieren de un tiempo de abstinencia prolongado, verificables, de apoyo de equipo de psiquiatras y psicólogos expertos en dependencia y la adherencia no sólo del paciente, sino también de sus familias.
“Está demostrado que los criterios que se utilizan hoy en estos casos hacen que la tasa de pérdida de órganos trasplantado por recurrencia de dependencia es baja, e incluso menor que en la población general”, indica el cirujano.