El asma es la enfermedad crónica más común en la infancia y también es frecuente en adultos, con una prevalencia global de aproximadamente 5% de la población mundial.
El
asma afecta a alrededor de 300 millones de personas en todo el mundo según datos brindados por el Glotal Burden of Asthma Report.
Sin embargo, la cifra va en aumento. “En Chile son 750.000 personas. En niños el porcentaje alcanza al 12%, mientras que en otros países como Guatemala, el 33%”, señala
la pediatra broncopulmonar infantil, María Angélica Palomino.
El asma es una afección que se caracteriza por la
inflamación crónica de las vías aéreas de tipo alérgico. Debido a esta inflamación, se produce edema y estrechamiento de los bronquios, irritación y aumento de la secreción bronquial con sensación de falta de aire y tos. Esta alergia es una respuesta exagerada del sistema defensivo, con anticuerpos, frente a los alérgenos ambientales y está determinada genéticamente (herencia).
En un niño o adulto alérgico, la inflamación crónica es generada por estar en contacto con diferentes alérgenos como pólenes, ácaros, caspa de animales, hongos, cucarachas y también por algunos alimentos. La obstrucción bronquial es gatillada
por infecciones por virus respiratorios, ejercicio, humo o nueva exposición a los alérgenos. Las diferentes combinaciones entre alergia y ‘gatillantes’, explica que
la intensidad de los síntomas varíe mucho de una persona a otra y también a lo largo del tiempo.
Síntomas y tratamiento
La Organización Mundial de la Salud (OMS) siempre invita a estimular a que los pacientes tomen parte activa en el control de su enfermedad.
Las sibilancias, crisis de ahogo, sensación de pecho apretado, tos crónica, neumonías en niños, obstrucción bronquial por ejercicio en niños, adultos o jóvenes y la bronquitis obstructiva del lactante son los síntomas y formas de presentación más comunes de esta patología. Sin embargo, la falta de tratamiento y la exposición a los factores antes mencionados, que predisponen al asma, contribuyen a la profesión y a la gravedad de la enfermedad. Algunos pacientes padecen ataques muy severos que pueden llegar a ser fatales.
Si bien, el factor genético de la alergia no se puede cambiar, los desencadenantes sí se pueden evitar, la inflamación sí se puede prevenir y los síntomas sí se pueden controlar. “el tratamiento debe ser individual y específico para cada paciente de acuerdo a sus características personales, la identificación de los gatillantes y evaluando en cada caso la respuesta y tolerancia óptima a los medicamentos.
La inflamación y los síntomas mejoran con el tratamiento adecuado y se logra hasta en 95% de los casos.
Un buen control del asma significa una vida normal sin limitaciones de ningún tipo, incluido ejercicio y deporte: Por esto es tan relevante estar informados.
Entonces, ¿cómo se trata el asma? El asma no se puede curar, pero se pueden controlar los síntomas, evitar las crisis con el fin de mantener una actividad física normal y preservar la función pulmonar.
Los médicos tratan cada caso de asma de forma diferente porque tanto la gravedad del asma de cada persona, como lo que la desencadena, son distintos.
Centro de asma y alergia infantil y del adolescente
Formado por seis especialistas en enfermedades respiratorias, una alergóloga, una psicóloga infantil y dos enfermeras universitarias expertas en función pulmonar pediátrica.
Aquí, los pacientes encuentran un manejo integral de las alergias y el asma, incluyendo prevención, identificación precoz y evaluación para recibir un tratamiento óptimo con la entrega de guías para sus padres y pediatras.