A diferencia de los terrores nocturnos, las pesadillas son sueños desagradables que ocasionan despertares con sensación de miedo, ansiedad, disgusto u otros sentimientos negativos. Ocurren durante la segunda mitad de la noche y se relacionan con vivencias que han causado alguna inquietud en el niño.
Durante la pesadilla, puede haber algunos movimientos, vocalizaciones aumento en la frecuencia respiratoria o cardíaca, pero de franca menor magnitud que lo observado en los terrores nocturnos. Aquí, el niño puede recordar lo soñado y ocurre más frecuentemente entre los 3 y los 6 años.
Cabe mencionar que la mayoría de estas “parasomnias” son benignas y desaparecen antes de la adolescencia.