Para bajar de peso, para disminuir el porcentaje de grasa, para definir la musculatura, la ecuación alimentos y ejercicios es clave, pero en ningún caso es la misma para todas estas situaciones.
Cuando lo que buscas es aumentar tu masa muscular, las proteínas son un elemento fundamental en tu dieta porque proporciona los aminoácidos que tu cuerpo necesita para construir y reparar los músculos. Pero no se trata de comer carne o suplementos de proteínas por que sí. Lo que comes y cuándo lo comes tiene un gran impacto en tu nivel de energía y en lo bien que te recuperas de un entrenamiento.
La
doctora María José Escaffi, nutrióloga de Clínica Las Condes, señala que el músculo es un órgano, que además de cumplir una función en el sistema locomotor, es un órgano que nos promueve la antiinflamación y que nos promueve una buena salud en general.
Es más, los músculos tienen una función muy importante en la inmunomodulación, razón más que suficiente por la que todas las personas debieran tener una alimentación que promueva la formación de masa muscular.
Además, enfatiza en que por más que se realice
ejercicio, sino comemos proteína, no vamos a obtener el sustrato para desarrollar masa muscular. “Entonces, si el paciente no tiene restricción, no es vegano ni vegetariano, la idea es que busque proteínas de alto valor biológico. Aunque se puede suplementar, es ideal obtenerlo desde fuentes naturales, sino se están agregando alimentos ultra procesados a la dieta”.
“También existen las proteínas de origen vegetal, como las legumbres que aportan fibra, vitaminas, minerales, pero tiene que ir todo esto engranado en una alimentación balanceada. No sirve comer sólo proteínas. Si vamos a comer la carne roja se debe cocinar a fuego lento, porque si lo cocinamos directo en el fuego puede desarrollar un factor oncogénico. Lo ideal es conseguirlas de carnes magras y pescados, aves de corral. Ojalá que sea alimentación sustentable”, puntualiza Escaffi.
Agrega también que “uno cree que
comer saludable siempre es caro, y puede serlo si sólo te fijas en comidas de supermercado, pero en realidad todos los nutrientes los puedes obtener de una tortilla de verduras, pescados e incluso el sólo hecho de consumir huevos y leche, estás aportando mucha proteína que tus músculos agradecerán”.
Para la nutrióloga, alimentos como la palta, carnes rojas y blancas, huevos, frutos secos y queso, con sus diferentes preparaciones, son una buena fuente de energía para que los músculos comiencen a fortalecerse.