Durante todo el tiempo que llevamos viviendo con el virus que produce Covid-19, los periodos de cuarentena, la angustia y la ansiedad por saber lo que ocurrirá con las nuevas variantes, los cambios de rutina obligados para prevenir los contagios, ha hecho que algunas personas evidencien la relación que tienen con la comida.
Los
Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) una enfermedad silenciosa en los que se conjugan elementos de la esfera psicológica, psiquiátrica y mental que afectan la organicidad y la salud de una persona, además de su entorno social y familiar.
Los TCA más frecuentes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. En todos ellos, los pacientes presentan conductas para mantener el peso en rangos que ellos consideran como “ideal” pero con comportamientos que pueden ser perjudiciales para la salud, pero lo hacen con el fin de buscar la imagen corporal que anhelan.
La
doctora María José Escaffi, nutrióloga de Clínica Las Condes, señala que durante esta pandemia están siendo más visibles casos de
anorexia, bulimia y
trastornos por atracón. “También los comedores nocturnos, el hambre premenstrual y algunos trastornos que no son especificados porque cumplen ciertos criterios en uno y no en otros. Durante este tiempo, nos hemos dado cuenta más porque estamos compartiendo también más” en casa y con la familia, dice la especialista.
Por lo mismo, el llamado es a que todas las personas estén alertas a lo que está ocurriendo con nuestro entorno familiar. “Puede haber alguien que este padeciendo o comenzando con este tipo de trastorno o enfermedad. Mientras más precoz es el diagnóstico y tratamiento, es mejor el pronóstico a largo plazo. Hay que estar atentos y abiertos y
dispuestos a conversar el tema”, señala la nutrióloga.
¿Cómo darse cuenta de un TCA? Las personas, en general, se dan cuenta que alguno de sus seres queridos está con este problema porque causa disrupción en la vida diaria. “Es un poco más complejo darse cuenta para quienes viven solos. Algunas personas en pandemia se lo han tomado con un poco de indulgencia pensado que porque ‘estamos en pandemia vamos a beber más alcohol, vamos a comer más rico’… Otros han puesto la cocina en el centro y están obsesionados pensando todo el día en qué comer. Eso también es un trastorno. El antojo, otro son picoteadores”, detalla la doctora Escaffi.
La nutrióloga de Clínica Las Condes señala que es importante estar alertas cuando la comida comienza a ser el centro del qué hacer. Cuando por ejemplo las personas rompen la cuarentena por salir a comprar algo rico, cuando una persona come sin control y siente culpa, cuando alguien se aísla a la hora de comer o cuando alguno de nuestros seres queridos comienza a volverse más restrictivo con la comida, o esconde la comida. Sin ánimo de perseguir a quienes tienen este tipo de actitudes, la doctora Escaffi insiste en que hay que presentar atención y consultar a tiempo.