Los excelentes resultados obtenidos en nuestro país han permitido ampliar las indicaciones de trasplante, incluso a pacientes de mayor edad, con el consiguiente impacto que eso está generando en las listas de espera. Si a lo anterior sumamos el que todavía debiera mejorar el acceso a este tipo de tratamientos, la necesidad de órganos a futuro será cada vez mayor.
En vista de ello, y con la finalidad de aumentar la crítica masa de donantes, en enero de 2010 se aprobó en Chile la Ley de Donante Universal, donde toda persona mayor de 18 años se convierte automáticamente en donante, a menos que exprese lo contrario. Pero los resultados no han sido los esperados: 49% de las personas que han renovado su cédula de identidad desde la entrada en vigencia de la ley, alrededor de un millón 400 mil chilenos, han rechazado esa posibilidad.
“La brecha entre la necesidad de órganos y la disponibilidad ha ido creciendo, porque las listas de espera cada año son más numerosas. Pero para que haya más donaciones, no sólo debe haber más donantes. También es necesaria que la logística que haya detrás sea la adecuada. Que te pregunten si quieres o no ser donante cuando vas a sacar el carné, después de hacer una fila que probablemente fue larga y tediosa, no es lo más acertado. Es una pregunta inapropiada, hecha por alguien que no está preparado y en un momento que está lejos de ser el ideal. Además que si la persona dice que sí, debe llenar un formulario aparte, lo que evidentemente hace que el trámite sea aún más engorroso”.
A juicio del doctor Erwin Buckel, cirujano y jefe de la Unidad de Trasplantes de CLC si bien el espíritu de la ley es bueno, todavía falta generar un mecanismo donde las personas en forma informada y en el momento que ellas estimen conveniente puedan manifestar su voluntad.
“Las estadísticas indican que alrededor de 30% de las personas no quiere ser donante. Que la tasa de rechazo en el Registro Civil sea de 50% quiere decir que algo estamos haciendo mal. Y el problema es que ese 20% que sí está dispuesto a donar sus órganos tendrá registrado en su carné otra cosa, lo que evidentemente va en contra del sistema, porque las familias siempre van a respetar lo que ahí sale. A menos que el tema se haya conversado antes, pero eso ocurre poco”.
Futuro esperanzador
Según sostiene el doctor Buckel, si bien el año pasado nuestro país registró la cifra más baja en términos de donaciones (5 por millón de habitantes), a futuro debiera revertirse positivamente ese escenario.
“Hasta el año pasado la coordinación de los trasplantes en Chile estaba a cargo de un ente privado, sin fines de lucro, que se financia con donaciones (la Corporación del Trasplante). Y aunque fue una institución que hizo muchas cosas positivas y logró cifras récord de donantes en 2005, era necesario que este tema fuera asumido por una estructura investida con toda la autoridad del Estado, y hoy es responsabilidad del Ministerio de Salud, algo históricamente solicitado por todos quienes nos dedicamos a esto”.
Bajo esta nueva organización, el especialista destaca dos grandes avances: haber generado una red nacional de obtención de órganos (con equipos en regiones encargados de su procuramiento) y establecido un sistema donde la donación que se solicita es multiorgánica, para beneficiar al mayor número posible de pacientes.
“Los frutos del trabajo que está haciendo el Ministerio recién los estaremos viendo en uno o dos años más, pero ya hay números esperanzadores, que a futuro debieran ir mejorando y equiparando nuestro mejor nivel alcanzado, que fue de 9 donantes por millón de habitantes. Hoy estamos en 6, muy por debajo de nuestros vecinos como Argentina (15) o Uruguay (20)”.
Los mitos
Más de alguna vez habrá oído decir a alguien: “yo soy donante, pero prefiero no ponerlo en el carné, porque capaz que me dejen morir para sacarme los órganos”. Craso error, porque los potenciales receptores de órganos están inscritos en un listado único nacional existente en el Instituto de Salud Pública (ISP), que en forma computarizada determina cada lugar en la lista.
“En general en nuestro país existe mucho desconocimiento de este tema. Yo no creo que quienes decidan no donar los órganos lo hagan porque no tienen la intención de salvar a alguien, sino porque no saben realmente cómo opera el sistema. En la medida que las personas conozcan cómo funcionan las listas del ISP y adviertan que en Chile los trasplantes se hacen en grandes y prestigiosos centros especializados, van a comprender que se trata de un proceso totalmente transparente. De hecho, en nuestro país nunca se ha comprobado que haya existido tráfico de órganos. Pero los mitos a veces cuesta mucho derribarlos”, subraya el doctor Buckel.
Así, por ejemplo, vale la pena saber que la condición médica que debe presentar el donante, esto es, muerte cerebral, corresponde a la pérdida total e irreversible de todas las funciones del cerebro (por ejemplo la capacidad de respirar), donde el cuerpo de la persona solo puede ser mantenido en forma artificial por algunas horas.
Respecto del listado único nacional de potenciales receptores que maneja el ISP, cabe detallar que considera aspectos como fecha de inscripción, grupo sanguíneo, compatibilidad, edad, enfermedad de base, existencia de anticuerpos, etcétera. Cada uno de estos criterios suma un puntaje específico, lo que determina que frente a un determinado órgano exista un listado de potenciales receptores con puntaje decreciente.
También existe el concepto de urgencia nacional para el caso de potenciales receptores de hígado o corazón que presenten características clínicas particulares y que determinen una urgencia vital. Frente a ellas no se respeta el listado preexistente y se les asigna el primer órgano disponible que sea compatible.
Requisitos para ser donantes
No existe límite de edad para ser donante de órganos. Las únicas contraindicaciones absolutas son: ser portador de VIH, tener infecciones graves no controladas y cánceres con metástasis.
En Europa -específicamente en España- hay gente de 90 años que ha sido donante. Por lo tanto, son los médicos especialistas quienes tendrán la última palabra sobre la calidad de los órganos y tejidos.
Contra el tiempo
Para que un trasplante de órgano sea posible hay un equipo de profesionales que trabaja tan coordinado como un reloj. La aparición de un donante desata una cadena de procedimientos en donde el tiempo apremia.
- Los pacientes que ingresan al Programa de Trasplante de CLC son evaluados por un equipo médico multidisciplinario que determina si el paciente es candidato para un trasplante, luego de lo cual se incorporan a la lista de espera nacional.
- Cuando aparece el posible donante comienza a organizarse el equipo médico quirúrgico que realizará el trasplante, los servicios de apoyo y el equipo de procuramiento de Clínica Las Condes (que se traslada en ambulancia o un avión de la Fuerza Aérea al centro donde se entregarán los órganos).
- En ese intervalo se localiza telefónicamente al paciente, se le comunica la noticia y se indica su hospitalización en espera de la viabilidad del órgano por trasplantar.
- Desde el inicio del proceso el paciente y su familia son informados y apoyados emocionalmente, lo que es de vital importancia, sobre todo cuando la persona que se realizará el trasplante ingresa a la clínica para la operación.
“Cada trasplante es único y el vínculo que hacemos con cada paciente es para toda la vida”, dice Lorena Calabrán, enfermera coordinadora.
Cifras: los trasplantes en chile
- La ley vigente considera que toda persona mayor de 18 años será donante de órganos una vez fallecida, a menos que en vida haya expresado su voluntad de no hacerlo.
- 5 de cada10 personas expresan su negativa a donar órganos.
- Hoy día unas 1.800 personas esperan un órgano sólido para trasplante, de los cuales 80% espera un riñón. El 20% restante espera un trasplante de hígado, corazón, pulmón, corazón-pulmón, páncreas o intestino.
- 15 a 20% de los pacientes que esperan un órgano son menores de 15 años.
- Se estima que en Chile existen700 potenciales donantes por año, pese a que los donantes efectivos solo bordean los 100.
- 6 donantes por millón de habitantes es la tasa chilena de donación de órganos. El ideal sería llegar a 13 en los próximos años (España es líder en la materia con 34).
- A nivel nacional, cada año se realizan alrededor de 300 trasplantes.
Clínica Las Condes a la cabeza
La Unidad de Trasplante de Clínica Las Condes es el centro que más trasplantes ha realizado en nuestro país, tanto de donante cadáver como de donante vivo, y el único con vasta experiencia en menores de 18 años. Gracias a que cuenta con las mejores condiciones para realizar este tipo de procedimientos y afrontar sus complicaciones, ha logrado tasas de sobrevida que son tan buenas como las de centros extranjeros. Entre sus más grandes hitos destacan:
- Primer trasplante hepático en niños.
- Primer trasplante hepático con un hígado dividido (Split) para un receptor adulto y un receptor pediátrico.
- Primer trasplante simultáneo de riñón-páncreas.
- Primer trasplante hepático con donante vivo.
- Primer trasplante de pulmón (unipulmonar y bipulmonar).
- Primer trasplante cardiopulmonar infantil.
- Primer trasplante bipulmonar sin circulación extracorpórea.
- Primer banco de criopreservación de válvulas en Chile.
- Mayor número de trasplantes hepáticos en nuestro país.
- Primer y único trasplante de intestino delgado (exitoso) en Chile.
- Primer trasplante de pulmón en niño con injerto reducido de adulto.