Los pacientes trasplantados sufren un cambio importante en su vida. Básicamente, deben aprender una nueva rutina y seguir estrictamente el tratamiento inmunosupresor, modificar la dieta, el tipo de ejercicio, evitar el contacto con enfermos respiratorios y cualquier forma de infección transmisible. Cada cierto tiempo, deben realizar visitas médicas.
Por otro lado, un gran número de publicaciones internacionales señala que en comparación con su enfermedad previa, disminuye drásticamente la dependencia médica, y un gran número de pacientes se logra reinsertar exitosamente en su núcleo social.