Existen hábitos que pueden estabilizar la enfermedad y procedimientos quirúrgicos que mejoran la calidad de vida, sin embargo, la enfermedad puede llegar a ser invalidante.
El
linfedema se presenta como una hinchazón, principalmente de las extremidades, por alteración del
drenaje linfático. Esto provoca un aumento del riesgo de infecciones y complicaciones a largo plazo, deteriorando la calidad de vida y llegando a ser invalidante en muchos casos.
De esta forma, existen muchos pacientes que dejan de realizar sus actividades habituales, sin conocer que la
supermicrocirugía puede ser curativa. “La supermicrocirugía se encarga de reconstituir el sistema linfático. En otros casos, si bien puede no ser tan efectiva, permite mejora la calidad de vida”, explica el
doctor Nicolás Pereira, cirujano plástico y reconstructivo de Clínica Las Condes.
Por otro lado, el especialista señala que es recomendable primero estudiar el sistema linfático para ver si el paciente es candidato para operarse. “Cuando se trata de linfedema, los pacientes requieren un manejo multidisciplinario con tratamientos por etapa, con
medias compresivas y drenaje linfático realizado por un kinesiólogo, lo cual ayuda a mejorar calidad de vida. Sin embargo, algunos pacientes se benefician de la
cirugía, que si se hace al comienzo de esta enfermedad, puede ser curativa”, sostiene.
Lamentablemente muchos de los pacientes llegan tarde, cuando el linfedema ya está instalado y es muy difícil tratarlo. De todas maneras, es posible mejorar su calidad de vida.
Cuando se trata de un
linfedema primario (alteración del desarrollo del sistema linfático), no existe forma de prevenirlo, dice el cirujano plástico y reconstructivo. “No tenemos ningún dato para prevenirlo, salvo mantener un peso adecuado y realizar actividad física. Sin embargo, cuando se trata de un
linfedema secundario, por ejemplo, al tratamiento del cáncer de mama, existen procedimientos que se pueden realizar en la misma cirugía para disminuir el riesgo de la aparición del linfedema”, indica.
Cabe mencionar que es recomendable que los pacientes con linfedema mantengan un peso normal y realicen actividad física de manera rutinaria. “De esta forma, el linfedema puede progresar más lentamente y mejorar su calidad de vida. En el caso de pacientes en riesgo a desarrollar la enfermedad (operados de cáncer de mama, ginecológico, próstata u otros similares), estas medidas ayudan a retardar su aparición”, asegura.